LA TROMPETISTA DE FALOPIO: AL BUEN ENTENDEDOR NI UNA PALABRA



AL BUEN ENTENDEDOR NI UNA PALABRA

Les digo que sé la respuesta, que leí ese texto una y otra vez hasta que mi cerebro se puso de luto. Les digo que quiero levantar la mano, que estoy a punto de hacerlo; sin embargo, mis extremidades se paralizan al tiempo que sobreviene el vértigo y la náusea. No cabe duda: sufro pánico escénico. Evaluemos dos posibles soluciones al respecto.
El recurso de la manga mimética.
Puedo pedirle a un compañero que se siente a lado mío, y que use una manga con el mismo estampado que mi suéter. Cuando me encuentre tentada a participar, el mentado compañero alzará el brazo y luego lo esconderá de inmediato. El profesor, confundido, me dirá: “usted, la del suéter a rayas, me pareció verla pedir la palabra, diga pues.” Entonces, no me quedará más remedio que hablar como Dios manda.
El proceso gradual sabiamente sugerido por mi madre.
Hay sujetos que superan sus fobias mediante un acercamiento gradual al objeto de su afección. Por ejemplo, aquel que teme a los sapos, a las langostas o a otro ser igualmente feo, comienza observándolo a través de una pecera. Días después introduce tímidamente el meñique en tal recipiente, hasta sentir una verruga o la comba de una coraza. Posteriormente, el sujeto afectado logra palmear la espalda del sapo o dejarse prensar la muñeca por un par de tenazas; así, seguirá acercándose al bicho hasta que ambos entablen una amistad.
Análogamente, puedo levantar la mano en clase durante medio segundo, de tal suerte que el profesor no repare en ello. Al día siguiente, me limitaré a decir: “pienso exactamente lo mismo que el compañero que acaba de participar”. La próxima ocasión estaré emocionalmente preparada para citar así: “bien lo dijo Heráclito: los bueyes son felices cuando encuentran arvejas que comer.” Llegada la hora, he de esgrimir un argumento y luego mostrarlo. Hablaré, no bellamente como Sócrates lo hacía, pero al menos con coherencia y sin sufrir un desmayo.
« Home | Next »
| Next »
| Next »

16 Comments:

At 4:10 p.m., Blogger flectere said...

Oh, yo opté por una tercera vía, más violenta: hace años, cuando hablar en público me causaba malestar y náuseas, me apunté para el concurso de oratoria Y para el de poesía, con un lapso de dos semanas entre uno y otro... Llegó la noche, el concurso, mi turno, los nervios, el sudor, el vértigo, mi voz cortada, mi salir casi huyendo del escenario; y, más tarde, otra vez: la noche, el concurso, mi turno, los nervios, el sudor, el vértigo, mi voz cortada, mi salir ya menos huyendo del escenario. Obviamente, no gané en ninguno de los dos, aunque, eso sí, perdí en tres sentidos: en el de lo retórico, en el de lo poético y en el del pánico. Hoy puedo hablar felizmente y sin inhibiciones de ese tipo. El "problema" ahora es que ya no tengo nada qué decirle a nadie. La gente me aburre... exijo que un sapo verrugoso o una langosta sean mis amigAs. (Sí, lo de la "A" abarca incluso a lAs animales!)

(Mala Flectere, mala, mala... qué comentario tan largo!)

 
At 7:06 p.m., Blogger es mi nombre Berenice said...

Bah, yo no confío en ninguno de esos métodos. Seguro tu fobia está relacionada a un amor freudiano hacia tu padre, tu madre o tus hermanos.
De todos modos, me intriga cómo lograrás que el de a lado vista siempre una manga con el estampado de tu sueter.

 
At 8:30 p.m., Blogger Gran Fornicador said...

mmm... arvejas...

 
At 10:47 p.m., Blogger Daniel said...

Estoy perfectamente de acuerdo con lo que dices...

 
At 12:45 a.m., Blogger Luis Ricardo said...

No descartes meter al compañero de al lado realmente en tu suéter.
¿A ver, quién levantó la mano de los dos, a ver?

 
At 7:36 a.m., Blogger Plaqueta said...

La primera vía es la mejor. Propongo este brazo: http://images.joke.co.uk/images/products/large/97317.gif

Y muchos retazos de Parisina para hacer las mangas.

 
At 1:07 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

FLECTERE: usted siempre tan arrojada, valiente y llena de bríos ¿no se cansa de hacerme reír? Por cierto, las langostas también son amigAs y para muestra basta nuestra amistad.
BERENICE: lo conseguiré llevando siempre el mismo suéter y una manga para el compañero en turno.
TIRSO: eso qué.
DANIEL: yo también estoy perfectamente de acuerdo con lo que digo.
LUIS RICARDO: preferible introducirme en el suéter del profesor, quizá el arte de la oratoria se me pegue por ósmosis.
JUVAL: las lecturas para clase, las lecturas extraclase, esgrima y mi terapia psicoanalítica no me dejan mucho tiempo libre que digamos. Quizá podamos vernos más adelante, pero no me gustaría modelar.
TAMARA: jajajajaja, eso estuvo realmente necrófilo. Apoyo la moción.

 
At 1:08 p.m., Blogger Pisaverde said...

Te recomiendo que salgas a la calle en invierno disfrazada de San Bernardo en insistas en ofrecer coñac a la gente para que entren en calor.
Después preguntar en clase te parecerá como ir a comprar el pan (por experiencia propia).

 
At 3:36 p.m., Blogger Daniel said...

jjajajajajajaja,chá.

 
At 8:01 p.m., Blogger Alberto Espejel Sánchez said...

ah pos no hay como meterse a clases de teatro para ya de un jalón acabar con todo no?

eemmmmhhh... lo cierto es que me proyecto, eso es lo que yo quería hacer cuando sentía lo mismo que tú en la universidad

llegó un momento en que mucho de lo que sentía me lo tomaba nada en serio (no sé cómo le hice, creo que tuvo que ver mucho mi descubrimiento de "rayuela" de cortázar que por esos tiempos comencé a estudiar) y pues ya al final comentaba a lo menso saliéndome de vez en cuando alguna brillantez digna de evidentes envidias, lo cual era el valor agregado y no otra cosa

pero el nervio sigue sin irse, es extraño

salu2, salu2, muchos salu2

 
At 12:13 a.m., Blogger Sofía said...

La mejor opción, definitivamente, es levantarse intempestivamente en clase y gritar a todo pulmón hacia los compañeros:

PUES YO CREO QUE CAMARÓN Y CANGREJO CORREN PAREJO.


Y volverse a sentar. Aunque no tenga que ver, ya ves que los dichos populares siempre lo hacen a uno quedar bien.

 
At 2:27 a.m., Blogger flectere said...

O hacerle a la Pita Amor y gritar en misa, justo en el momento de la consagración:

¡TUVE UN ABORTO!

Jejeje. A ella le funcionó... era excentrísima y excentradísima.

(Eso sí, dudo mucho que se apareciera nuevamente por esa iglesia... o por cualquier otra)

 
At 12:13 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

PISAVERDE: ¿hiciste eso? ¡Debe ser una broma!
DANIEL: toda la razòn: chà...
ALBERTO: podrìa ser, podrìa ser, pero no sé qué me daría más pánico: argumentar a favor de Heidegger o sacarme los ojos con los broches de Yocasta.
SOFÍA: muy leona, muy leona, quiero ver que digas eso en la clase de Martiarena. No, ni Dios lo mande, te iría como en feria, igual que al kunderiano de ayer.
SILVIA: jajajaja, yo supe que una vez le preguntaron qué es la poesìa para ella, a lo cual contestò: "la poesìa es como volar" al tiempo que agitaba los brazos y se alejaba simulando un vuelo.

 
At 12:49 p.m., Blogger Pisaverde said...

Guau!:
Se que acabas de escribir eso, porque hace un rato miré y no estaba. La diferencia es que aquí son las 8 de la tarde.

...Una apuesta que perdí. El traje de perro fue confeccionado con ropa vieja. Pero el coñac lo sacaba realmente de un barrilito en el cuello.

 
At 1:38 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

PISAVERDE: ayer ocurriò algo similar, nos conectamos de modo simultàneo, aunque no a la misma hora (paradòjico ¿no?). No puedo creer lo del San Bernardo.

 
At 6:35 a.m., Anonymous Anónimo said...

I have been looking for sites like this for a long time. Thank you! »

 

Publicar un comentario