LA TROMPETISTA DE FALOPIO: agosto 2009



domingo, agosto 09, 2009

UNA RESPUESTA O "HOPE OF DELIVERANCE...

... from the darkness that surround us" Como dice la canción.

Un día pedí a mis alumnos que escribieran acerca de su sociedad ideal. Cuando se lo conté a la persona más cercana a mí, me preguntó “¿y cómo es la sociedad ideal para ti?” En ese momento no contesté. Por una parte, porque me disgusta sonar como los comeflores (así les llama un amigo) que cantan canciones incendiarias o pacifistas en el pasto. Por otra parte, en la vida cotidiana pienso más en lo posible y lo viable, debido al desencanto que me han producido los fracasos y los costos por llevar a cabo los ideales máximos. De cualquier manera, después de unos meses, hoy decidí contestarle a esa persona y compartir la respuesta con ustedes.
Creo en el conflicto con nosotros mismos y con los demás, como una condición de posibilidad para las grandes transformaciones. No creo en la violencia. Por ello, en la sociedad que imagino, los hombres procuramos resolver nuestros conflictos sin hacer daño a otro intencionalmente. Ésta es la ley fundamental. Pero, como el error es parte de nosotros, aún en dicha sociedad los hombres quebrantan la ley; quien lo hace (sólo quien lo hace) es recluido, mas no en un centro donde se le trata como en esta sociedad se trata a los animales, ni como objeto de extorsión, o sarna incurable; sino que el recluso cumple su condena con dignidad.
Lo más importante de esta sociedad es que las personas se esfuerzan todo el tiempo, con el propósito de actuar sólo por buenos motivos y para buenos fines, aunque esto implique un conflicto permanente con uno mismo, y la renuncia a ciertos placeres o beneficios. Así, el maestro de primaria enseña porque ama a los niños y quiere que aprendan del mejor modo (la mayoría de los ciudadanos comprendió a Tagore y por eso procura la felicidad de los niños.) El médico cura porque desea preservar el bien de la salud. El conductor del camión maneja con precaución, pues sabe que su trabajo consiste en que los pasajeros lleguen vivos, puntuales y sin magulladuras ni tics nerviosos a sus destinos. Acerca de la alimentación, hubo una gran discusión con los vegetarianos; al final, se decidió que está permitido comer carne, siempre y cuando los animales sean bien tratados y mueran con el menor sufrimiento posible, pues en esta sociedad se respetan casi todas las vidas (con excepción de los virus y microbios.) El oficio de publicista desapareció, pues no hay alguien que diga propiedades que los productos no tienen, ni oculte los perjuicios que en cambio ocasionan. Tampoco existe la burocracia. Ni se ha encontrado un buen motivo, ni un buen fin, para acumular grandes cantidades de dinero. Y quienes están a cargo de los reclusos, creen en su capacidad de corregirse; o a veces no, pero siempre reconocen su humanidad y por ello les cuidan de los malos tratos.
Así, aunque se cometen errores y delitos menores, en esta sociedad que imagino, es impensable una escuela bombardeada, una guerra, un genocidio, o una sola persona torturada.

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