LA TROMPETISTA DE FALOPIO: febrero 2006



martes, febrero 28, 2006

QUIERO SER KWAI CHANG CAINE


La televisión hace emerger mi corazón multidisciplinario. Supón que veo un filme donde los jugadores de americano se juegan la vida, ay, lector, no puedo más que emocionarme hasta las lágrimas y considerar seriamente la posibilidad de adiestrarme en el tochito. Cosa parecida ocurre si veo un documental tocante a las hermanas de la Rosacruz; sintiendo que lo mío es la vida monacal, busco en la sección amarilla el apartado que se titula “conventos y flagelos” y de paso cubro mis rodillas de pecadora. Qué decir de las danzantes cubiertas con velos multicolores, los trapecistas, las cocineras y los duchos en percusiones, puesto que busco información a su respecto, consulto mi horario y bolsillo con miras a aprender tales artes y al final: pastorsota.
Entre los objetos que adquirí durante fiebres y que arrumbados reposan, puedo mencionar un par de chacos, mi primer y sustituido florete , óleos y pinceles y hasta la mandolina que me obsequió el abuelo hace diez años. Pero esta vez será distinta; he decidido seguir los pasos de Kwai Chang Caine. Abandonaré la carrera para andar de un lado hacia otro, llevando conmigo sólo agua y unos mendrugos de pan. Dados los índices delictivos en nuestro país, con seguridad me encontraré con maleantes más temprano que tarde y entonces, fingiré que no quiero pelear, que soy un pan de Dios, pero a la segunda oportunidad he de arremeter con karatazos, mordidas, cachetadas y pellizcos.
Qué filosofía ni que mis polainas, de ahora en adelante dedicaré mis ascéticos días a aprehender bribones, salvar doncellos y hacer gala de mis dotes bélicos.
viernes, febrero 24, 2006

ÉSTO ES UN COMPLÓ

Desventajas del eurocentrismo.

Ahora resulta que todo apunta hacia las Europas. Cada día, en la facultad, veo al menos tres extranjeros, no peruanos ni japoneses sino güerotes, ojiazules y rizados. Atestadas que están las paredes de anuncios referentes a los cursos de lengua, letras y horticultura alemana. Encima tengo que fletarme los comentarios que en antaño resultaban triviales y que hoy son cuchilladas, por ejemplo: “hay que pensar la Alemania de aquellos años...” o “no será nuestra filosofía como aquellos grandes sistemas germanos, pero tiene lo suyo, según dicen pensadores alemanes como Krumpel.”
No siendo bastante, el mundial es cada día más cercano. Imagínate la cantidad de pasiflora, chocolates, discursos reanimantes y cervezas que serán menester para sobrevivir al evento.

No por darle al tilín le des al tolón. Elige un amor de Groelandia

Sin finura parafraseo a cierto lector entendido. Si uno se enamora y es correspondido, tarde o temprano llorará como puerco. Si uno se enamora y no es correspondido, por ese motivo llorará como puerco. Si uno no se enamora, entonces estará solo y llorará como puerco. Ante este destino trágico, no queda más que la precaución. Hay que tener una cubeta en casa y elegir al amante apropiado.
Si te enamoras de un chino, cuando la ruptura acontezca y te encuentres con algún oriental, lo confundirás con tu amor y querrás apergollarte a él; eso sin contar que sollozarás con las películas de Kato, las de Kwai Chang Caine y con Karate Kid. Si eliges un colombiano moquearás al sonar de las cumbias, si un cubano al sonar de la salsa, si un africano al sonar de las percusiones, si un mexicano al grito del mariachi y así.
Por tu bien, enamórate de un habitante de Groelandia o se conversa al estoicismo, ascetismo, cristianismo ortodoxo o algún otro ismo igualmente cobarde.

CARMELUPE TIENE SIEMPRE EL MEJOR COMENTARIO

Le dije a Carmelupe, mi madre, que dejaría este sitio durante un tiempo. Ahí tienes que viéndome postear me dijo: “ya estás como Lupe Dalessio. Siempre dice que se retira, llora, se despide, asegún da su concierto final y a los quince días está otra vez cántele que cántele.”
Así yo ¿que no?
miércoles, febrero 22, 2006

SI NO SANA HOY, SANARÁ MAÑANA.

Con ayuda de un alquimista y con fuerza de voluntad, me he transformado en iguana marina. Comprenderás que en mi actual condición resulta casi imposible teclear. Prefiero zambullirme, trepar y tenderme bajo el sol reverberante. Por ello he decido pasar algunos días aquí, en las Islas Galápagos, donde mis compañeras me mostrarán perlas, corales y las más exquisitas algas (ver figura 1.1). No estoy entusiasmada (ver figura 1.2), pero supongo que poco a poco sanará mi alma de iguana.
Vuelvo luego. Todo a su tiempo, como dijo Micifuz.
1.1
1.2

SEMESTRE APESTOSO

- Arriba Juan, arriba Juan,
ya cantó el gallito.
- Ay no mamá, ay no mamá,
es muy tempranito.
- Arriba Juan, arriba Juan,
hay que ir a la escuela.
- Ay no mamá, ay no mamá,
me duele la muela.
- Arriba Juan, arriba Juan,
te compré un helado.
- Ay no mamá, ay no mamá,
seguiré acostado.
lunes, febrero 20, 2006

ASÍ PASA CUANDO NO SUCEDE

Ahora voy a aprenderme
el país de la acedía,
y a desaprender tu amor
que era la sola lengua mía,
como río que olvidase
lecho, corriente y orillas.
Gabriela Mistral


Ni cantos, ni flores, ni baile, ni caramelos. Nada me contenta. El dolor ha hincado su aguijón en mi pecho. Hoy quiero ser Clitia, salir desnuda a la intemperie, negarme a comer y a beber, echar raíces al suelo para convertirme en girasol y así dejar de ser ésta que soy. El mundo se destiñe cuando muere lo recién nacido, cuando todo se queda en semilla, cuando la noche llega a mitad del día.
En mi enciclopedia personal de las cosas que nunca existieron, la primera será Maia, con sus lagrimones y el cabello ensortijado en ases de oro. Mutuo y grande es el cariño, cuán adversas son las circunstancias. Hay que aprender a soltar. Aprendo y lloro hasta marchitarme, al fin y al cabo, lágrimas me quedan muchas.

EDNA Y YO


Me compraré una iguana.

HOY

Tiempo de volver a esgrima. Y desandar caminos.
jueves, febrero 16, 2006

DEL CHAMUCO, CHANEQUES Y ESPÍRITUS CHOCARREROS

Desde niña me interesé por lo siniestro. En aquel entonces “lo siniestro” aparecía en un programa referente al barco de guerra lleno de fantasmas, o aquel de aparecidos en los castillos de Inglaterra, o ese otro del difunto piloto que era visto desde que movieron su placa o el libro de Lo inverosímil; es más, cuento aquí hasta una emisión de Nino Canún dedicada a espectros.
Como no siendo suficiente el miedo, mis tres tías, estudiantes de la UNAM en aquellos días, me hablaban cada que se anunciaba la transmisión de una película de sustos, para que pudiese inventar algo y lograr que mis papás autorizaran quedarme con ellas. “Que le hace” decían las tías, porque claro, ellas dormían juntas, pero yo, hija única y masoquista desde mis primeros años, pasaba las noches infantiles echa bollo bajo las cobijas y con el ojo pelón cual tecolote, temiendo que al descubrirme encontrase a la llorona, un fantasma chocarrero o el enano que mi tía veía y que contrario a lo que pudiese objetarse, no era mi amigo el señor chiquito, sino alguien más peludo, rijoso y temible.
Amargos recuerdos tengo de las madrugadas en casa de mi abuelo, pues al ir al baño era inevitable caminar bajo la mirada vigilante de mis bisabuelos, enfrente el gran espejo, a un lado las cortinas corridas hacia la negrura del patio. Cada vez que iba o volvía pensaba “seguro que ahora sí veré algo rete espeluznante, ya bailé con Berta,” pero no, lector, pasaron los años y lo único que vi fue a mi abuela salir en camisón y pantuflas, que no es poco decir en cuanto a sustos atañe. He aquí que hasta los catorce tuve mi único encuentro con lo siniestro, o si lo prefieres: aquella alucinación con la que supe lo que era amar a Dios en tierra ajena.
Figúrate que Edna y las otras amigas de la secundaria estábamos dizque invocando un espíritu, que nos dieron las dos y las tres y nada ocurría. Nos dormimos pues sobre las cobijas tendidas en la alfombra y a las cuatro de la mañana me levanté con malestar, ya decía yo que tanta dona y tanto helado no podían hacerle bien a nadie. Ahí tienes que me siento en un sillón y percibo una mirada. Volteo y conforme voy a acostumbrándome a la penumbra distingo que el cuadro ya no tiene sus amapolas, sino un par de cuernos retorcidos, alzados sobre una cara con tres cavidades craneanas, dos con sendos puntos de luz, los ojos; una enorme y oscura, la boca. Nada valieron mis alaridos. Lo único que alcancé a escuchar antes de tirarme al piso fue a Lucila balbucear “sí, Livi, sí te creo, ya duérmete.”
Será el sereno, lector, pero es la fecha en que prefiero no ver hacia los cuadros en penumbra; desventaja de haber estudiado en escuela católica, de ser hija de un teólogo ortodoxo y de tener la cochambrosa la conciencia. Hubiese preferido encontrar un chaneque en lugar del chamuco, pero me conformo con ver de vez en cuando a mi amigo, el señor chiquito.
miércoles, febrero 15, 2006

EL CORAZÓN ME LATE COMO BURRO SIN MECATE


Faltan menos de 48 horas para ver a mi amor teutón.
Quiero que una banda me acompañe a todas partes,
como a Peter Popara.

sábado, febrero 11, 2006

CONVERSACIÓN MATRUSHKA EN JUEVES

La primera vez que lo vi lucía cabeza de rodilla. La segunda, anteayer, era en cambio más rulos que Tirso y con esas patillas parecía recién salido de studio 54. Este muchacho, es mejor conocido por sus mercedes como el Gran Fornicador y lo mismo que a ustedes, castos lectores, no me consta que lo sea. Me consta sin embargo, que a más de ser un erudito de los Simpson suele hablar bella y sabiamente. Dice, por ejemplo, que los niños que hacen bombas con chicle serán fumadores en los años postreros, de modo que las madres deben prevenirse y ponerles un parche de nicotina recién cumplan los cinco años. Así también, para decirse con Borges afirma que “su rama favorita de la literatura fantástica es la metafísica.”
Pero si hay una aseveración suya a la que me uno, ésta es que la coherencia y dirección en el acto de conversar han sido sobrevaluadas. Ilustro para usted nuestro hablar deshilachado.
T- Te voy a enseñar mi libreta porque aquí ¡espera! Déjame te platico de un autor posmoderno que le gusta mucho a Fulano, ese Fulano, nomás no deja a Mengana, ella me cae bien porque siempre dice la verdad, aunque "la verdad," vaya, qué término más complejo, complejo como el estado emocional de mi tío Polito que cada día está más enfermo, aunque según las teorías posmodernas no hay patologías sino... mejor cuéntame cómo te va con Maia.
L- Muy bien, estoy rete enamorada, me pregunto si realmente está ocurriendo, ya ves, me pongo cartesiana, como ese tipo dizque filósofo que va a la librería ¿te conté que el otro día se me cayó el café junto a la caja? Pero para café ese que venden allá enfrente, junto a la farmacia, ay Tirso, no sé por qué soñé un sapo que se suicidaba con barbitúricos, quizás deba regresar a las sesiones piscoanalíticas ¿y cómo está Silvia?
La conversación estilo matrushka es liberadora y recomendable para quienes suelen verse muy poco, pero sobre todo es un ejercicio de ingenio, pues recién uno deja al interlocutor se ve orillado a especular, inferir o en el mejor de los casos inventar qué fue de Fulano, de las teorías posmodernas, de Silvia, del tío Polito y de la familia del sapo que se suicidó.

UN FAVOR

Abusando de su amabilidad y sobre todo de su ocio, les pido que me recomienden algún novelón o antología de cuento, porque últimamente libro que consigo es libro que me resulta sedante. Anden, anden, no sean malitos.
martes, febrero 07, 2006

DE CRÍMENES A CRÍMENES. ASESINATO SERIAL

Te advierto, lector, que este post no es fácilmente digerible. Si encuentro tres comentarios al respecto, me daré por bien servida, así que estás a tiempo de brincar hacia un espacio que contenga dibujitos.

Cuchito Cuchito mató a su mujer
con un cuchillito del tamaño de él,
le sacó las tripas y las fue a vender...


1) Especulación de una indocta o como quien dice: a ojo de buen cubero.
De los crímenes perpetrados a diario, algunos me resultan penosos a causa de la crueldad ejercida, otros en cambio sosos de tan estúpidos que son. Lo único más o menos interesante que del crimen queda en nuestros días, es, creo, el asesinato serial. No soy versada en temas psicológicos, pero me pregunto si las agujas que apuntan hacia éstas son movidas por fuerzas inconscientes, o si un poco ambas, en caso que no haya experiencia inconsciente totalmente al margen de la consciente.
A saber, digo yo, cómo se determina el objeto de un asesino serial. Sólo veo una suerte de odio gremial, como el de Jack el destripador, orientado hacia las prostitutas.
2) El plus
Ni puedo ni quiero definir qué es lo literario o lo cinematográfico de un momento. Sin embargo, estoy segura que más de una vez lo has reconocido. Anda, recuerda algún modo en que dos personas se miraron, cierta frase escuchada, un andar entre callejuelas, una muerte o el ondulado movimiento de una falda, que es distinto de otros ondulados movimientos de otras faldas, pues tiene ese plus que lo arranca de lo homogéneo, de la cotidianidad. Una suerte de evocación y al mismo tiempo una experiencia con aire de singular.
3) La mataviejitas
Me dirás que desde algunos sistemas éticos o desde consideraciones “intuitivas,” matar doñitas es un acto reprobable. De acuerdo, pero no por ello la mataviejitas deja de ser un portento de personaje, digno de relato policiaco, género poco cultivado por nuestros paisanos, dicho sea de paso. No siendo bastante que anduviese por el mundo con su traje blanco y un par de medias en la bolsa, es aficionada a la lucha libre, la entrevistan ignorando su alter ego y encima se molesta con los periodistas si le preguntan qué sentía al ahorcar sus víctimas, no dice dice a los policías nunca les preguntan qué sienten cuando maltratan ¿verdad verdaaaaad?
No me cabe la menor duda, si yo tuviera dones de dibujante haría un comic cuya villana fuese esta folklórica señora.
viernes, febrero 03, 2006

DOMINGUEANDO EN "EL LEVIATÁN"

-Ahora no puedo atenderle, vaya al módulo, tome un ticket y espere su turno, ándele, así como cuando está en el departamento de carnes frías. ¿Una recomendación? De mil amores se la daría, pero el muchacho que me mira con cara de revólver, la señora que tamborilea sobre un estante, el niño paradito sobre Cumbres borrascosas y el catedrático que se tira del cabello y dice palabrotas, los cuatro, están esperando que les busque sendos ejemplares, así que buena tarde tenga su merced.- Y ay de mí si los sendos ejemplares no estaban, pues acaecían discusiones de no terminar.
- El libro no está.
- Pues la máquina marca uno.
- Pero no está.
- Pero la máquina dice sí.
- Y yo digo que no.
- Dudo que usted sepa más que la máquina.
- ¿Apostamos?
Cuán distintos han sido estos domingos. Rechinando el huarache llego primero que Julio o Andrés, ambos menores que yo, dicho sea de paso. En adelante no hago más que esperar la entrada de algún curioso, mientras tanto hojeo y reojeo un ejemplar tocante al arte sacro, a aventuras policiales o a algún tema inverosímil; aquí una fascinante novela agotada, allá un portento filosófico y dentro de la vitrina y bajo llave, toda clase de reliquias.
A más de ello, uno puede zamparse tremendo plato de mole, allí, sentado junto a la caja, sin que la media pierna de pollo recién mordida, la tortilla en la mano o el ajonjolí adherido al diente impidan brindar la atención soñada por un rey. Que buscan libros de filatelia contamos con uno, que los milagros de Santa Felicitas los tenemos en edición empastada, que partituras hay docenas y con la credencial de la leche hacemos un descuento especial.
Cortas me parecen las jornadas con mis compañeros que patrones son a la vez. Uno me apabulla haciendo sonar canciones plañideras, melosas, el otro me pincha el alma defendiendo empresas trasnacionales, rubias racistas y toda suerte de gustos malsanos. No obstante río y río a montones, porque a veces, lector, también se está contento con los habitantes de otros mundos.