LA TROMPETISTA DE FALOPIO: agosto 2016



sábado, agosto 13, 2016

AMOR TRANSMARINO Y RELATIVIDAD DEL TIEMPO


Para Ricardo Liberal

El departamento 501 de mi edificio ahora es bastante más que el departamento 501 que era hace un mes. Lo mismo le ocurrió al mercado de la colonia, al concurrido destino para vacacionar, al yogur que fabrican especialmente para gigantes y a las donas cubiertas de azúcar y coco. Lo más extraño es que al tiempo también le está pasando algo: se comprime en un punto, se dilata, un día es un mes y una semana dura dos días. Figúrense: nuestro encuentro fue en este verano, es decir: hace algunos años. Nostalgia y alegría. Ahora cada uno vuelve a su sitio y a su horario; una escribe, el otro duerme, y cuando el otro despierta, la una duerme. ¡Qué remedio! 

Escribo aquí porque fue La Trompetista quien, después de dos lustros, me trajo tremendo regalo: un amor transmarino. Él también es profe de filos; alegre y malito de los nervios, como yo, pero con barba y ojos grandes. A veces le digo buenhombre y otras, morrongo. Miro a Tulio, me pregunto qué recuerdos de Ricardo guardará en su menuda mente perruna. Luego me pongo un par de conchas marinas para escuchar a través del océano y binoculares para ver hacia el futuro. ¿Y qué veo? ¡Ah, eso no se los cuento!