LA TROMPETISTA DE FALOPIO: noviembre 2006



miércoles, noviembre 29, 2006

CONFIGURACIONES ONÍRICAS O UN POST BIEN PIRADO

Ahora son triviales en su mayoría pero antes eran asombrosos. Me gustaba anotarlos, tenía una lista que superaba el ciento. Se trataba de escenarios fantásticos, recuerdo montañas coronadas con relámpagos y con cruces inclinadas, recuerdo fantasmas, contorsionistas, híbridos, dragones y hasta un caracol con alas. Abundaban las criaturas que habitan las aguas marinas, dulces o cenagosas. No olvido el lago azulino en que asomó la enorme giba de un monstruo. Qué decir de este otro: yo era una tortuga con cabello rojo, bueno, lo era en parte porque tenía piernas de caballo. Juro que no le hago a las drogas y que mis abuelos no son huicholes.
Aquella época la pasé mal en vigilia, paradójicamente la experiencia del sueño era fascinante. Las cosas han cambiado, sólo de vez en cuando vivo un episodio onírico que no sea trivial y cuando eso ocurre soy feliz. Me sorprende que algo dentro de mí componga, configure lo que despierta no logro imaginar. No cabe duda que los sueños tienen algo de ajenos, de espectrales, de violenta irrupción.

APÉNDICE DEL POST ANTERIOR O DE LAS RAZONES PARA NO HACER UN CATÁLOGO DE BUFANDAS

Las compañeras proponen que arme un catálogo. Unas fotos no estarían mal, pero no tengo cámara digital. La opción en paint tampoco es la onda, porque me llevaría mucho tiempo, mismo que puedo ocupar en enseñar las bufandas personalmente (y en hacer mis finales, extraordinarios y tesis.) De cualquier manera, para escoger una bufanda no basta verla, hay que anudarla, olerla, palparla, morderla y enroscarla en el cuello propio frente a un espejo ¿que no? Queridas, queridos, les agradezco sus propuestas, pero más agradeceré que esta navidad regalen los bellos accesorios tejidos que vendo.
P.D.: Léase lo siguiente en tono cornetudo: llévele lléeevele.
sábado, noviembre 25, 2006

INTERRUMPIMOS LA PROGRAMACIÓN

para anunciarles que ya les manejamos lo que son las bufandas lisas, caladas, con bordes y a rayas. Hablo en plural porque volví a asociarme con Edna, mejor conocida como "mi mana" (nota al pie: mana sólo hay una). Hace tiempo tuvimos un exitoso negocio de aretes y fuimos muy felices por siempre jamás, hasta que nuestros horarios se tornaron incompatibles y todo se fue al keke. En fin, esto no es una broma, no compren bufandas en la calle, cómprenlas con Ed y conmigo porque damos precio amigo. Además contamos con servicio a domicilio[1], oséase: sus mercedes nos dicen dónde, cuándo, a qué hora y prestas llegaremos con bufandas de todos los aromas, colores, texturas, tejidos y sabores; bueno, no, a cuadros no vendemos porque son más feas que Elba Esther Gordillo y lo que sea de cada quien, nosotras ofrecemos pura beldad, finura y calidad. La imagen de abajo no es de nuestro puesto, pero podría serlo en el futuro si este mes sus mercedes nos compran un par coloridas bufandas. Pásenle marchantes, pásenele güeritos, lo que les guste, lo que les agrade.
1] Dentro de los límites políticos del DF, area conurbada y Morelos. Hay servicio a Domicilio hasta Veracruz si y solo si se apellidan Valenzuela y son mis primos.
jueves, noviembre 23, 2006

ASÍ ES SU SER

No es fácil tener una madre cuya profesión es la de educadora preescolar. Para empezar la vida y este relato, entré al jardín de niños a mis dos años de edad. Para terminar, preescolé un total de cuatro años. Con base en tal experiencia, infiero que a nadie le hace daño un período extra en la escuela; eso les dije a mis padres cuando no concluí el bachillerato en el tiempo estipulado, eso les digo ahora que curso el noveno de ocho semestres, yo les pregunto a ellos, yo les pregunto a sus mercedes: qué es preferible: calidad o cantidad. De cualquier manera, para qué abundar en detalles en torno a mi circunstancia académica, para que amargarnos la vida, volvamos al tema de las mamaes que son maestras.
Al gremio lo conozco bien. Grita, ríe y echa porras, todo ello en simultaneidad y demasía. El escándalo es también visual. Hay quien cree que el abundante ornamento de las aulas tiene fines didácticos. Yo también lo creí hasta que reparé en el baño de la dirección. Rosada la cortina, el juego de baño rosáceo el estuche de estambre que cubre los pañuelos, orlado el espejo con marco de encaje y para rematar un toallero que es muñeco, un toallero artesanal; qué lugar de rósacea y perfumosa amplitud. Ahí descubrí que a las educadoras les va en su ser el ornamento, como diría Heidegger. Sí, digas lo que digas eso diría él en caso de tener una mamae educadora; hasta donde sé, lo que tuvo fue un papá sacristán, como el mío, de donde colijo que mi destino es construir una fenomenología que nadie entienda, pero no abundemos en detalles acerca de mi futuro en la filosofía, para qué amargarnos la vida, mejor volvamos al tema.
Ahora ya no tengo miedo. Ubico las fechas y de modo inconsciente estoy preparada para ello, para abrir la puerta y a media luz distinguir cien ojos que me observan ¡hopa! Digo sin gritar, son cincuenta payasos-contenedor, o cincuenta muñecas-raqueta con trenzas, o cincuenta renos navideños de fieltro, pues según sea la festividad son los regalos, y sean cuales sean ocupan los sillones de casa durante algunos días. En fin, ya estuvo bueno de balconear otros gremios y a mi madre que es minuta y es bendita, educadora cuyo colmo es tener como hija esta mamarracho, este insulto al civismo, a la mesura y al buen vivir.
lunes, noviembre 20, 2006

ALTERIDAD Y CONFLICTO

Con orgullo dice un compañero de esgrima que es Nacional Socialista mexicano. Dice que los paisanos de aquí somos una raza superior y que viva la patria y mueran los débiles. Me quise morder los cachetes de risa. Al principio, porque luego cometí el error de meterme en una torpe caricatura de debate. De mi interlocutor no escuché más que premisas falsas, saltos argumentativos; disparates, para usar un eufemismo. ¿Qué otra cosa podía esperar?
No creo que haya algo más grave que reconocer actos de opresión en el pasado y no lamentarlos, ni siquiera ser indiferentes, sino darlos por legítimos, honorables y paradigmáticos. Menos aún imaginé que hubiese universitarios capaces de adoptar posturas insostenibles desde un punto de vista teórico. Pero por otra parte, estoy segura que no es necesario ser persona de letras para reconocer lo abominable del fascismo, como tampoco hay que serlo para conmoverse por el vagabundo que delira entre harapos y hedores.
Especificidades de la dictadura nazi: muerte masificada, despojo de las más elementales posesiones del otro, de su tiempo, su hogar, su familia, su descanso, su salud, su nombre. Anulación de la identidad personal. Auschwitz es la pesadilla colectiva, la experiencia inefable de la que uno no se siente con derecho a hablar. Reducción del hombre a una condición de bestia de carga. Pero está bien porque las minorías lo merecían, porque a final de cuentas el mundo es y debe ser de los más fuertes. Eso dijo. Tal como lo lees.
En el fondo no creo que pueda aspirarse a un mundo en el que quepan todos los mundos. Dados los sistemas de creencias inconciliables, por cuestiones religiosas o políticas siempre se excluye otro mundo. Parece que estamos destinados al conflicto con la alteridad. Incluso en tiempos de paz con triple comilla, hay cosas que aparentemente se toleran, pero que se repudian y se odian por dentro.
viernes, noviembre 17, 2006

LA SOMATIZACIÓN COMO FORMA DE VIDA


Si al menos fuese menos frecuente, las gracias le daría al eterno o a mis psicoanalistas de antaño. Sin embargo, a estas alturas la conmoción emocional es ya mi modus vivendi. Vivo con un excedente afectivo y no me molestaría en otras circunstancias. Pero me molesta porque mi cuerpo humano reacciona y de qué modos. La ira y el estrés devienen gastritis, colitis, dermatitis u otras itis igualmente nefastas. Incluso el contento trae consigo o mejor dicho trae conmigo temblores, puntitos y picores. A todo esto, llevo tres días consecutivos sin salir de casa, pues casualmente, en cuanto me enteré de que no competiría sobrevino una gripe de esas que tumban hasta un cosaco. Sé de una chica que tiene lupus. Mi amigo antes novio della dice quella se odia tanto que su cuerpo se destruye a sí mismo. Por fortuna mis somatizaciones son menos radicales.
Espero cargar los peregrinos en las posadas. Mientras tanto, no hay mucho que hacer aquí dentro. Toda lágrimas y rojez ruedo de la silla al sillón y del sillón a la silla. Concha, digo.
martes, noviembre 14, 2006

A DESABURRIRME AL PUEBLO o NI HABLAR MUJER, TRAES PUÑAL.

¡Levántate que pareces recién parida!
La abuelita de Karolo a Karolo
Hace algunos años, en casa de mis abuelos se me ocurrió decir que estaba aburrida. Acto seguido Margarita, mi abuela, contestó vamos a desaburrirnos al pueblo. Caminamos pero no en plano, pues para llegar al pueblo bernabita hay que subir dos calles cuya inclinación linda con la verticalidad. Qué importa, pensé, un poco de ejercicio no hace daño a nadie. Llegandito a nuestro destino Márgara comenzó su mira las cazuelas, los cactus las plantas, ay qué chulas, me hacen falta unas, anda, tú carga la begonia y yo las nubes. Qué importa, pensé, ayudar a una abuela es acción de gente buena y seguimos caminando hasta que mira las mazorcas, hace mucho que no hago sopa de elote, yo escojo un par y tú ve allá donde la carnicería y pide medio desto medio de lotro y me esperas en la esquina.
Para no hacer el cuento largo, transcurrieron los minutos y las horas en la pura compradera. No hubo cosa que Margarita, mi abuela, se resistiera a comprar. Con decirte que remató dicendo orita vengo, casi se me olvidan las cabezas de pollo para el Balín. Y ahí nos tienes, de bajada con cactus, cazuelas, panes, flores, mazorcas, menudencias y trastes a montón.
No cabe duda que las personas se equivocan, creen que el cariño les da derecho a hacer con uno lo que les plazca. A partir de ese día no volví a decir frente a mis abuelos que estaba aburrida. Voy, platico, me recuesto junto a ellos y veo María Isabel reloaded, me gusta y lo prefiero que recoger abuela y cabezas de pollo que ruedan en picada.
viernes, noviembre 10, 2006

ADIVINA ADIVINADOR CUÁNTAS HOJAS TIENE EL VERDOR

Es verde sin ser menudo el susto que la policía me daría si avanzara yo un paso. Ver y no tocar como en los aparadores. De mis transgresiones la más grande sería. Es ilegal lo sé no sé si es ilegítimo pero sé que en eso dos son los que juegan. No juego pero imagino pero no sabe lo que imagino me pregunto qué cosa tiene en su mente. Los cuates varones dicen sería muy bueno, dícense ría muy bueno yo río y no juego. Hormona no mata neurona nomás la atolondra. Adivina adivinador curioso lector. Se me traba la lengua qué trabajo da deslenguarse no puedo. Desde fuera hablo con él desde dentro le digo don’t stand so close to me. Es verde aunque me supere en astucias, altura y bélicas argucias. Antes me corto la mano que comerme la tuna que en esta jugarreta no es tuna sino luna luneta que acuna.

Respuesta: tiene pocas hojas, es menor de edad.

jueves, noviembre 09, 2006

TOMA CHANGO TU BANANA O TÓMALA BARBÓN O TOMA TU MASA LECHONA

Acabo de regresar del entrenamiento y no estoy en la lista de derecho a competir, puesto que no participé en las tres competencias del año. Debo esperar hasta enero y enero no está lejos, por eso no me empunketo, mas me desencanta la ausencia de fines inmediatos, porque no es lo mismo entrenar para combatir en una semana que en dos meses. Se me fueron las enjundias. De cualquier manera ni quien quiera ser una floretista campeona de campeonas coronada con laureles ¿qué aspiraciones se puede tener cuando se ha alcanzado la perfección? En cambio a mí me espera un largo camino de aspiraciones y aprendizajes. Ajá. Eso o entregarme a una vida licenciosa, a los delirios tóxicos a la frivolidad a los placeres carnales a ver si así ahogo estas penas de esgrimista.

CON LAS DIVINAS GARZAS

Durante cuatro años de practicar esgrima, he encontrado siempre un buen pretexto para no competir no dice dice es que no tengo dineros, no dice ora sí tengo pero no he entrenado en todo el mes, no pero pus ora sí quiero entreno y tengo dineros pero ando así medio desconcentrada. A cada santo le llega su hora. Pronto competiré en el estadio olímpico. Sé que voy a enfrentarme con cinco changas a cinco toques en asaltos de tres minutos. Sé que mis compañeras suelen quedar en último lugar cuando compiten con las de allá. Sé también otra cosa: la mayor parte de las competidoras son chicas súper dúper popis, divinas garzas, miran malmiran y malmodean a las de la UNAM y tocan con trampas y trucos sudando su playera Lacoste.
Bato la hoja enemiga de modo muy suave, entra mi punta al pecho cual piquete de mosco y el entrenador me grita que estoy peleando como niña, dice que olvide mi género y que pelee como hombre; que desarme al otro, que meta la punta para atravesarlo, que tire como si mi vida dependiera de un combate, que me deje de mariconadas básicamente. Entreno diario porque me queda poco tiempo. Minuto, consejo y reprenda son más valiosos que antes. Tengo un poco de miedo. Miedo al ridículo. Estoy alborotada porque llevaré porra. Mi porra dice que para preparar la mente vea películas de samuráis y karatekas y gladiadiores y guerreras y sobre todo las del Santo. Estoy contenta porque sé que mi porra dirá cosas del tipo métele la wilson, métele la nelson, la quebradora y el tirabuzón, quítale el candado, pícale los ojos, jálale los pelos ¡sácala del ring !
lunes, noviembre 06, 2006

UN AMOR DE TROLEBÚS. CRÓNICA.

Esto ocurrió hace mucho tiempo, cuando estaba en el sabático previo a mi ingreso a la Fuckultad. En aquel entonces vivía lejos de aquí. Todos los días tomaba el trolebús porque es cómodo, arrulla y por sólo dos pesos me llevaba casi hasta la librería, no la grande de la que hablo pestes, ni la pequeña de los domingos, sino la librería mediana cuyo dueño es un judío que se apellida Sultán, aunque mis compañeros infames le apodaban "el jaboncito." En fin, me encontraba en el viaje cotidiano, hecha bollo junto a la ventana; leía a Ajajá, que era uno de mis escritores favoritos. De pronto el "chico" del asiento contiguo dijo a mí también me gusta Ajajá, excelente novelista ¿verdá? Platicamos hasta que llegué a mi destino laboral y al bajar del trole me dije he aquí al amor de mi vida del día de hoy.
Efectivamente, la cosa no duró demasiado. El tipo me esperaba casi todas las noches fuera de la librería, me llevaba a casa y todo iba requete bien hasta que le pregunté su edad. Sí bueno, eso es lo de menos me dijo mientras angustiada yo veía una cana en su pecho. Supe porqué solía raparse. En esos años me asustaba la diferencia de edades, el abismo que se abre entre el hombre con colmillo y la estudiante nalgas meadas. Qué miedo me dió. Al final mandé al sujeto a echarse un baile a Chalma.
En retrospectiva, mala decisión fue despedirme así. Pero la pérdida pudo ser prematura. Uno conversa con quienes comparte un aula, una sala, una cuadra, pero cuántas cosas no hemos perdido y perderemos al no conversar con el viajero contiguo, con la persona que uno tropieza en mitad de la calle, con aquellos que por un instante están frente a uno sin más razón que una cadena de azares.
jueves, noviembre 02, 2006

SALA 14. PELÍCULA MISCELÁNEA.

Del mismo director recuerdo otra película, en algún sentido parecida. Ambas tramas se desarrollan en tiempos de Franco, en ambas se narra un tejido de historias de guerra y de modo paralelo una historia fantástica, pero ésta no ocurre completamente al margen del resto, sino que converge en algunos puntos; incide, transforma “lo real” de la trama. Sin embargo, en el anterior filme, lo que se oculta y se revela es el fantasma, y como dije dendenantes en el reino fantástico lo menos fantástico es el fantasma, pues nace humano y aun cuando deja de serlo se mantiene entre los humanos, generalmente con el fin de hacerse justicia, de buscar a su asesino y vengar por sí mismo su muerte material.
Si se trata de adjetivar la película diría que es miscelánea. Combina la mitología grecolatina con la nórdica; juega con lo maravilloso y con lo mágico, basta mencionar la mandrágora curativa que se mueve y gime como un bebé. Pero, por otra parte, lo siniestro y lo grotesco laten a lo largo del filme: frente al banquete dormita sin ojos el monstruo que come niños. Tanto o más siniestro es lo humano: capitán fascista, persecución, tortura y un acercamiento al cuerpo herido, sangrante, putrefacto. Me cubrí los ojos. Me maravillé. Sentí el muñequito en la garganta. No lloro en público.
Hace un par de días me pregunté cuándo fue la última vez que me sentí feliz, no contenta, no pasándola ahí nomás, en el pardo de la cotidianidad. Pavorosa la respuesta, pues retrocedí al período precámbrico. Sin embargo, hoy diría-digo que la última vez que me sentí feliz fue ayer, cuando salí de la sala 14, después de ver El laberinto del Fauno.