CON TODO Y TODO
Ahora que como no somos atinados cual Sócrates, a veces nos parece bello cualquier engendro posmoderno, bueno lo que es malo como la carne de cerdo y verdadero lo que es más falso que la cacareada inocencia del gober precioso. Mas no siempre el destino es así, trágico, puesto que en ocasiones, cuando no andamos tan perdidos, podemos ver lo realmente bueno y bello que hay en otros. Un lunar, el pliegue de un vestido, un bucle, una forma de mirar, un caminado, una ocurrencia maravillosa, un pasado, un modo de vida.
De las cosas que he deseado, pocas como aquella historia de dos, que aunque breve, la tengo por bella y por buena. Se opina que el hubiera es la conjugación más estúpida del verbo haber, quizás, pero aun así yo aseguro que de saber en qué acabaría, igual la hubiera vivido, con todo y todo, con su dolor, su devenir, su que dice mi mamá que siempre que no. Porque tarde o temprano se cae en la cuenta de lo vaporoso del objeto deseado, pero mientras uno cree poseerlo qué bien que le viene qué bien que le va, viva la alegría, jajajajajá.