DE APACHES, MALINCHES Y PETATUDOS
¡Ay mamá, qué repegada estoy!
¡Siento ya morir de la emoción!
¡Échale un cinco al piano
y que siga el vacilón!”
Canción popular
Yo digo que soy entrona aunque algunos de mis parientes lo desdigan. Al terminar los bailes y las declamaciones patrióticas, vi a varios paisanos guarecerse tras las rejas que rodean el zócalo. Como yo ignoraba la naturaleza del espectáculo que habría de presenciar, permanecí al lado de mis primos, esto es: en plena calle, junto a la banda del pueblo y el puesto cervecero. Petate al hombro, sombrero puesto y machete en mano, entraron unos tipos nombrados por la tradición como “petatudos”. La función anual de estos señores consiste en representar un combate contra las tropas españolas, integradas en su totalidad por los espectadores.
Que los petatudos blandieran sus armas y tirasen machetazos al aire, era razón suficiente para salir corriendo; sin embargo, también llevaban consigo cañones, cohetes, cohetones y una suerte de estruendosos artefactos llamados “bazucas”. Acometieron contra el público, de modo que la calle se tornó un carnaval de gritos y estallidos y risas y coloridas centellas. Pero vean ustedes que un espectáculo así sólo se percibe a medias, puesto que no se puede estar en plena algarabía sin cubrirse los ojos, la nariz y los oídos; a menos que uno sienta vivamente el personaje que representa, a tal grado que heroicamente soslaye el riesgo de quedarse sordo, tuerto o malanco.
Tras los petatudos apareció un toro pirotécnico y luego otro hasta que sumaron un total de quince, de esos vestidos de luces, luces que giran y relampaguean y son arrojadas. Al verlos, Brenda y yo huimos tras la cerca, pero los toros de fuego se asomaban, entraban y ahí te quiero ver. Corrimos ora tras el árbol, ora tras el kiosco, ora tras el puesto de fritangas y así. Es una lástima haber vuelto ayer a la ciudad, pues en caso de quedarme un día más en el pueblo de mi bisabuela, con todo gusto hubiese formado parte de la lucha entre los apaches, la malinche y los españoles. Qué velas prenden en ese entierro la malinche, los apaches o el tío Lucas, vaya a saber; así es esto de las tradiciones surrealistas.
Cantarines de chilenas, bailadores sin par, esos son mis primos. Qué bien se siente brindar con ellos fuera de una miscelánea y luego huir de toros multicolores, de petatudos señores y de cualquier otro personaje igualmente imposible.
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on lunes, septiembre 19, 2005 at 11:11:00 a.m..
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12 Comments:
¡Viva los heroes que nos dieron indepedencia!
¡Viva México!
¡Viva Tultepec!
ps yo no tengo que ir tan lejos, aqui donde vivo cada año pasa algo así. El pretexto es irse a poner bien jarra en la iglesia del lugar, escuchar horas y horas mariachis y trios y uno que otro grupo norteño para despues cantarle las mañanitas a no sé que santo. Todo mientras en la parte de atras truenan cuetes (asi se dice) torean "toritos", lanzan "coronillas" y queman castillos al son de el "chun-ta-ta" de la banda de pueblo.
Oh, madame, pertenece usted a una estirpe en extinción. Me habría gustado unirme a la danza de sus personajes imposibles.
Se me antojó tanta Folklorería. Por otra parte, festejo con un entusiasmo "¡Ea!" el retorno del término "malanco".
Aprovechando esto del desempleo (¿qué pasó Fox?) he estado encontrando unos blogs interesantes y de calidá.
Felicitaciones bastas, pues este es uno de ellos. Saludos.
Nos estamos leyendo.
f
PATO PASCUAL: ¡Viva la independencia que no es! ¡Vivan los apaches! ¡Vivan los chupelupes! Eso qué.
DANIEL: pero apuesto que en tus lares no hay petatudos, lo cual le resta tensión al asunto.
SILVIA: falta de confianza (o "confiancita" diría usted); los personajes imposibles (como es su caso) no necesitan invitación para unirse a mi danza.
TIRSO: a mí me gusta eso de la folklorería, de vez en cuando, de vez en cuando.
FABIO: gracias por lo de "calidá".
Hubieran visto a Livi; al otro día llegó a la escuela con su tapete y su machete. La gente en la facultad corría por todos lados gritando: "¡¡¡NOOOO NOOOO EL MACHETEE NOOOO!!!" y Livi decía: ¡'Hora sí gachupines, ya se los cargó la chingada, agárrense que van para malancos! Ahora está ya planeando la lucha de apaches, malinche y españoles. Que petatudos ni que petatudos.
¡Viva! La esperamos el cinco de mayo.
SOFÌA: jajajajajaja, nomàs dices lo que te conviene. No has mencionado, por ejemplo, que tu emociòn fue tal que anoche fabricaste tu traje de "apache diabòlica". Tampoco has dicho que los domingos trabajas como voladora de Papantla, afuera del Museo Nacional de Antropologìa e Historia.
LUIS RICARDO: ora pues, pero sòlo si cargamos toritos.
Yo le tengo miedo a esa clase de festejos; la culpa es de mi mama, que me contó que una vez un volador le dio a un señor y este le exploto en la cabeza, dejando toda la plaza llena de sesos, pero aun así verlo de lejitos y en un lugar protegido si es agradable. Debería ser más entrona como tu…algún día (muy lejano).
Saludos.
No había visto que me pusiste en tus blogs favoritos. Livi, perdón por todo lo que te he dicho, los rumores que he empezado acerca de diversos aspectos de tu personalidad y los escupitajos anónimos a tus zapatos. ¡Te quiero! ¡Dame un abrazo! (es un poco broma, no se me vayan a alborotar los admiradores de livi; luego me andan dejando malanco).
Ah, y del comentario del Ojo: que asco, y eso es un mito urbano.
SÒLO ERES UN OJO: estoy en las chompus de la facultad y tu comentario me ha hecho reìr tanto, que los usuarios contiguos me miran entre preocupados y con miedo.
TIRSO: disfrùtalo porque mañana te quitarè de mis links favoritos. Es por tu bien, no vaya a ser que en efecto,algùn admirador te deje malanco.
E: ¿Quién eres? Los nombres que comienzan con "E" me alborotan. Respecto de ese blog, no querìa decirlo así, pero apoyo la mociòn.
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