CON EL HÍGADO EN LA MANO
Decir que ciertos sonidos me desagradan es poco. Por ello, al viajar en el transporte público procuro sentarme lejos de otras personas, pero nunca falta, lector de mi cucharón, el niño que recién salió de la primaria y que se sienta a mi lado con todo y sus frituras. No creas que las mastica con la boca cerrada, como criatura de bien, sino que se embucha un puño que rumia mientras platica y crujen que crujen las frituras en mis oídos. Qué decir de la señora que truena el chicle y hace bombas, del durmiente que ronca o del adolescente soez y gritón que escucho aunque esté en el extremo opuesto del autobús.
La neurosis en su esplendor.
Sin embargo, nada puede hacerme rabiar tanto, lector, como los constipados o alérgicos compañeros de viaje, pues aspiran con fuerza y de modo ruidoso. En mi neurótico y aguijoneado corazón me represento fantasías homicidas, pero claro, no hago más que apretar los labios, morderme los cachetes, sudar y verle con mi mejor cara de escopeta. Figúrese que este semestre abandoné la clase de Carlos Oliva, quien es chestertoniano, sí, docto en temas de estética, sí, pero insufrible me pareció su burbujeo nasal.
De los males el menor. O un final casi feliz.
Si no fuese tanto el pudor, me enjugaría las lágrimas con la solapa de este catedrático, o con el floreado vestido de mi compañera de viaje, le diría que dispense mi asesinato imaginario, que haga favor de sonarse la nariz, que seguramente es una buena persona pero que yo, con esta feroz intolerancia no puedo más que odiarla.
15 Comments:
¿Es?
El Cuero Cabezudo
PD ¿Viajas con compañeros con vestidos floreados? The magic school bus
Yo quiero ver sangre!
(Cabe aclarar que mañana nos visita Latin Lover en Tuxtla Gutiérrez y traigo ánimo de lucha libre)
Ay, me encantó eso que le puso a su Blog de que no discutiremos. Me recuerda a mi abuela. Después de 52 años casada con mi abuelo me dijo su secreto.
Hija -dijo- entre tu abuelo y yo, ni sí, ni no. Puro qué chingados te importa.
Ujule! La vida urbana… ¿¿tan bonita verdad??... Después de conocerla no se deja jamás.
Simplemente cierra los ojos, respira profundo e imagina que los golpeas, mejor aun que los tiras por las ventanillas… es buena táctica, auque yo preferiría ponerla en practica.
¡Saludos Madame!
No viviría de otra manera je j je
CUERO CABEZUDO: ¡pelandrujo Cuero! Le permito enviarme la fe de erratas en una botella, pero evidenciarme frente a los lectores... es de mal gusto. Saludos
RUDO FOSFOCITO: ay, no entiendo ¿es usted Gabriela o su apócrifo?
GABRIELA: ajajajajajaja. Su abuela debe ser un personaje. Qué bueno que le gustó la práctica y fina frase de Arlt. A mí me gustó su nueva imagen.
SIR HACHE: juro que me imagino lo que usted dice y cosas sangrientas, pero no me tranquilizo, nanay.
NEVE GEBHARDT: ¿o sea que la neurosis es mal general?
Gracias por el "eye opener" que ha sido su blog el dìa de hoy
Neurosis es un mal general, y a la vez necesaria para eliminar los malos sentimientos. saludos Livi
También hay a los que les CHIFLA la nariz. Eso es insoportable. Siempre me encuentro con uno de esos gordos en los camiones foráneos. En uno de esos también me tocó un anciano que se iba sacando la dentadura y la volvía a meter. Sonaba como masticadero de chicle, pero en una escala muchas veces mayor.
O los que respiran ruidosamente mientras comen.
O los que sorben la sopa.
O los que...
Gracias, desconocida blogger, me ha dejado usted sacar acá la aprehensión.
Uy, yo soy de esas amables personas que truenan escandalosamente el chicle cuando todo está más callado, provocando sobresaltos, enojos y acusaciones de "tortillera", a muchos saqué del letargo en clases (nadie, nunca, me lo agradeció), pero es que qué gran placer tronar el chicle y hacer bombas. Entiendo las frituras, el resoplido, el chiflido, todo, ¿pero los chiches tronadores? No, Livijazmín, tronar el chicle sí es cosa del Señor, tus neurosis deberían hacer una excepción ante cosa tan buena.
GABRIELA: ¿quequé?
LUIS FELIPE: pero hay grados, hay grados y a este paso acabaré con un tick nervioso o un patatus. Saludos de vuelta.
NEURÓTICA: ajajajajajajaja, un anciano que saca y mete la dentadura no sólo ha de ser un espectáculo molesto para sus finos y neuróticos oídos, sino también para su vista. Y seguro que esos que sorben la sopa son los mismos paletos que sorben tan contentos el jugo de la caña.
GRACIELA: el chicle tronador es cosa del diablo, Graciela, acéptelo, saca del letargo a los escuchas, sí, pero también de la concentración y de las casillas.
Si algún día viajo a Guadalajara, sabré distinguirla: una muchacha con trencitas rubias y tremenda bomba tronadora. Saludos.
Què fastidio es vivir en una gran ciudad, o pequeña ciudad, que fastidio es la ciudad.
Yo me voy a un pueblito zapatista. Necesito unos morralitos de colores por que son requisito para inscribirme a la carrera de Letras y ademàs es necesaria una posiciòn polìtica de preferencia izquierdista y revolucionaria para... para... para... ash, me largo a San Cristòbal de las Casas a ver què... què... a... a... pues... a... a... ah... a quien quiero engañar...
Los huesos que conducen el aire al epitelio olfatorio se llaman precisamente huesos turbinados. Como que cuando uno escucha el sonidito que hace el aire al pasar por ellos algunas veces piensa que tiene sentido el nombrecito.
No que no me iba a servir de nada estudiar anatomía? no que no me iba a dar temas interesantes y divertidos para impresionar a mis amigos?
A quien quiero engañar, esto es patético, me está robando el alma...
El chicle. Así oh, odio odIO ODIO cuando las personas mastican el chicle con la boca abierta. Se puede hacer de manera discreta, ¿por qué no lo hacen? oh, lo recuerdo y me enojo. grrrr.
La chamaquiza de primaria con las papitas se queda bajísimo en comparación con el chicle. No no. Horror total. O cuando rechina el hule ay no. Yo podría morir de tantos corajes sino fuera que Shiva es grande. Muy Grande. Snif.
Saludismos.
GABRIELA: a mí me choca la ciudad pero me gusta la ciudad pero me choca la ciudad. En no muchos años me iré a la costa, ése es mi plan.
TIRSO: nonono, no se me eche pa'trás, no es patético estudiar anatomía. A mí me da rete harto orgullo tener un amigo que conoce ubicación y beneficios del hueso turbulento.
ROYAL MAJESTY QUEQUE: es que segùn Graciela (comentadora de arribita) no estamos valorando justamente a los masticadores de chicle, que no hacen tan enfadosa cosa por malos modales, ni por molestar al prójimo, sino por desaburrirlo. Saludos.
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