LA TROMPETISTA DE FALOPIO: FINA MI METÁFORA



FINA MI METÁFORA

Habiendo probado langostino, creo que ya no se me antojarán los frijoles. ¿Será, tú?

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3 Comments:

At 4:53 p.m., Anonymous Anónimo said...

EL EXTRAÑO CASO DE LA DESAPARICION DEL POST

Puede ser. No sé qué, pero puede ser...

El Cuero Cabezudo

 
At 2:09 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

Shhhhh. Es probable que alguien que tiene una extraña relación con X visite este espacio.
X = el sujeto al que le dediqué el post.

 
At 12:55 p.m., Blogger Malakatonche said...

Ambos sirven a propósitos distintos. El langostino no tiene la versatilidad de volverse sopa conde o arroz salvaje, de la misma manera que el aceite de olivo no sirve para hacer quesadillas de pancita.

Los que dicen que "no soportan el vino de este continente", en realidad huelen a "me tengo que alejar de mi tribu" muy cabrón, por eso nunca les haga casoy y agarre de pellizquito sus tostadas y quecas de chicharrón y enrolle su pasta aldente con la cuchara por delante sin tapujos ni consideracioes charras.

 

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