No sé qué tienen las flores, llorona,
las flores del camposanto.
No sé qué tienen las flores, llorona,
las flores del camposanto.
Que cuando las mueve el viento, llorona,
parece que están llorando.
Que cuando las mueve el viento, llorona,
parece que están llorando.
Doña Carmen Sánchez viuda de Jiménez, mi bisabuela, me lo ha contado todo. Dice que andan ya sin frente y sin ojos, como van los ríos como el viento va. A saber si es Dios mismo o la memoria quien la ruta les señala, pero muy verdad es que vuelven dos noches de noviembre, muy verdad. Dice que siempre mantiene encendidas las veladoras y los retratos pendientes en sus alcayatas, pero que ha muchos años dejó de llorar aquellas ausencias.
Según mi bisabuela el sosiego y el olvido se parecen, mas no son la misma cosa. Cuenta de ello es que estos días a sus muertos evoca y evocando conjura el retorno de sus ánimas. Colma las cazuelas, ya una con panes, ya otra con guiso y otra más con caña, jícama y naranja. Pero cuando los difuntos llegan a su antigua patria no comen ni beben como hacemos nosotros, sino que consumen los exquisitos sabores y los aromas que encantan, tornando insípido lo ofrendado; por ello es que doña Carmen a más de café vertido en un jarro, ofrenda una botella de mezcal o de tequila, porque los alipuces gustan y alegran tanto a vivos como a finados.
Bailen las ánimas entre las menudas flamas de las veladoras, entre humo de copal, coloridos jirones de papel y sombras y flores y calaveras de azúcar.
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on lunes, octubre 31, 2005 at 8:04:00 p.m..
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7 Comments:
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Les tenemos tanto miedo que mantenemos el retraro.. cuidado y regresen y descubran que los hemos olvidado...
Como los quiero yo, a los muertos. Por eso me gustan tanto, tanto estos dias.
(Cuando yo sea grande quiero ser uno)
Desde que mi abuelo, Don Ismael Martínez Esparza, está muerto, mi mamá solía contarme que el vaso de agua que le ofrendábamos junto con las flores, y que era pa su digestión de gusanos, amanecía medio vacío porque de verdad él venía y se lo tomaba. Extraño a mi abuelo.
Oye, ponme un linksito, no? Plis.
El sosiego es un estado mejor.
RAFAEL: nah, yo creo que miedo no es.
TIRSO: vas por buen camino. Si sigues siendo el gran fornicador que supuestamente eres, te quedarás paleta antes que nosotros. Pero morirás feliz.
ALEJANDRO: yo también extraño a mi abuelo y eso que está vivo. Ya está tu link.
LUISRI: ¡amiguiiiiiiiii! Eso mismo te dije una vez, pero necio y aferrado con que no.
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