MANÍA TERCERA: ENSIMISMAMIENTO
La primera vez que ocurrió me encontraba sentada en el asiento delantero del autobús. Percusiones, trompeta y un violín. “Qué portento de disco, qué señora adquisición la mía”, dije al tiempo que golpeaba un pulgar contra el otro, siguiendo el ritmo de la magistral melodía. Agitada mi alma por las percusiones, la trompeta y el violín, me dio por reunir ambas palmas, separarlas, reunirlas de nuevo, consintiendo pues una serie de movimientos continuos, pero recatados.
Cerré los párpados. Imaginé que no era yo la cuitada estudiante de aquella tarde. Me inventé que era una ninfa y que invadida por furor dionisiaco bailaba de un lado a otro, de arriba hacia abajo, siempre rodeada de sátiros. Bah, me dije, qué fantasía más trillada y pasé a la representación de un nuevo cuadro: me figuré la reina de un carnaval. Paradójicamente, fue la festiva convulsión de mi cadera y extremidades lo que me devolvió al sopor del entorno; en el cual, por cierto, no pude permanecer mucho tiempo, puesto que los pasajeros me mal miraban y me mal modeaban temiendo por su integridad.
En las noches, mientras me enjabono la cara, cepillo mis dientes o me aplico una mascarilla de xoconostle, vienen a mi mente los más tristes pensamientos. Da igual si son recuerdos o situaciones que arbitrariamente concibo, el busilis del asunto es que comienzan a brotarme los más francos lagrimones. Me da por sollozar, interrumpiendo el llanto con hipos y uno que otro alarido; sin embargo, pasada media hora sobrevienen las rondallas y los payasos, de tal suerte que sin pasar por un estado de sosiego, me invade la profunda euforia obligándome a romper en carcajadas.
Para ser honesta, no recuerdo haber visto mis lágrimas en el espejo, tampoco haber escuchado los hipos y menos aún las vulgares risotadas; de tales gestos y afecciones he sido informada por mi madre, quien –según dicen los médicos- sufre los mayores estragos a causa del trastorno sonambuliforme que me aqueja.
Cerré los párpados. Imaginé que no era yo la cuitada estudiante de aquella tarde. Me inventé que era una ninfa y que invadida por furor dionisiaco bailaba de un lado a otro, de arriba hacia abajo, siempre rodeada de sátiros. Bah, me dije, qué fantasía más trillada y pasé a la representación de un nuevo cuadro: me figuré la reina de un carnaval. Paradójicamente, fue la festiva convulsión de mi cadera y extremidades lo que me devolvió al sopor del entorno; en el cual, por cierto, no pude permanecer mucho tiempo, puesto que los pasajeros me mal miraban y me mal modeaban temiendo por su integridad.
En las noches, mientras me enjabono la cara, cepillo mis dientes o me aplico una mascarilla de xoconostle, vienen a mi mente los más tristes pensamientos. Da igual si son recuerdos o situaciones que arbitrariamente concibo, el busilis del asunto es que comienzan a brotarme los más francos lagrimones. Me da por sollozar, interrumpiendo el llanto con hipos y uno que otro alarido; sin embargo, pasada media hora sobrevienen las rondallas y los payasos, de tal suerte que sin pasar por un estado de sosiego, me invade la profunda euforia obligándome a romper en carcajadas.
Para ser honesta, no recuerdo haber visto mis lágrimas en el espejo, tampoco haber escuchado los hipos y menos aún las vulgares risotadas; de tales gestos y afecciones he sido informada por mi madre, quien –según dicen los médicos- sufre los mayores estragos a causa del trastorno sonambuliforme que me aqueja.
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on jueves, octubre 13, 2005 at 8:27:00 a.m..
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22 Comments:
Ni refutación, ni aplauso, ni confesión amorosa... nomás te digo que me entretuve en tu blog.
xoconostle mmmmmm.
bienvenida al club. y diche una.
Chido el post! Por otro lado, si re-ordenas las letras de "Sátiro" dice "Tirso". Bueno, dice "Tirsoa", pero se acerca.
Que carajos es Xoconostle? Eso no hay en estas tierras. Aunque tampoco ninfas, bueno, si hay, pero te ven bien feo si las persigues.
Ninfa usted? nah! La prefiero Reina del Carnaval de las Letras o dueña absoluta del tejido de mis sueños.
Aunque fatídico, el rapto es un modo de volverse hacia uno mismo y descubrirse. Tú desnudas tu alma con la ironia de los que se saben no ninfas sino seres de carne y hueso, y a quienes el sueño es al mismo tiempo el lugar donde todo es posible pero a donde siempre vamos solos.
...siempre vamos solAs. No?
Ay, madame, a veces acontecen estas cosas que viene desde muy lejos, desde muy abajo, desde un "desde" que nos trasciende. Rupturas, irrupciones, vértigo, violencia. Se descubre en esto la cola peluda y cristalina de lo sublime? Quién sabe... bueno, yo no sé... pero sospecho que sí.
MR. COUGAR: bien que soy optimista, tomaré su comentario como un cuarto de aplauso; por cierto, en la foto tiene pinta de integrante de la mafia italiana.
DANIEL: guácatelas, los xoconostles son como tunas bizarras. Pero si quieres ahì luego te regalo medio kilo.
LUISRI: jajajajaja, veo que el fenómeno es mal general.
GRAN FORNICADOR: quizá no haya ninfas en Mérida, pero hay sátiros y para muestra basta usted.
EDUARDO: ¡oiga! Basta, que me chivea.
AUSENTE: su comentario me estremece, no dejando la menor duda acerca de su identidad, misma que de unos días a la fecha coincide con su seudònimo. Malditos hados.
SILVIA: aun no he tenido la fortuna de ver "la cola peluda y cristalina" de lo sublime. Me conformo con ver sus aletas y ricitos.
TODOS: ¡Pero qué seriedad en los comentarios! Parece que se malogrò esta tentativa humorística.
La palabra del día de hoy es: Prozac.
Pues yo me la imagino con el cabello alborotado y saliendo de la milpa con su Tarzán en turno, que trae cara de menso por el sustito que usté le acaba de meter.
No hay mayor protagonismo en ello.
Tunas mmmm.
Este post me recordó algún bonito lugar en el ciberespacio que llevo por nombre: circulo de éranos. Desde donde se podían observar mujeres y hombres sin ropa danzando….ahh que tiempos aquellos.
Por cierto, que tan efectiva es su mascarilla de xoconostle, es que nunca había escuchado de ella.
Saludos
Tiene reteharta razón usté, que es solo un ojo... esto es una reminiscencia de Eranos o hubo ahí una premonición de este post o los dos post coexisten en algún espacio sincrónico... ufff, no sé, qué complejo se vuelve todo.
En fin, en síntesis: creo que es culpa de las correspondencias metafísicas.
FÉ DE HERATAZ
(Se me cayó un acento en el "solo"... lo dejo aquí: ´)
un aplauso sincero
y un saludo a la rondalla
:)
MALAKATONCHE: jajajajaja, ignoraba que cuando uno se asusta pone cara de menso. Ahora me explico porque cada "Tarzàn en turno" ha tenido tremenda cara de tarugo. Què bueno verte por acà.
DANIEL: ?
ROSÀNGELA: ay, compañera, no me recuerde al "Cìrculo de Eranos" porque de pura nostalgia me pongo a llorar como puerco, que es el ùnico modo en que sè hacerlo (llorar, no me malinterprete.)
SILVIA: es cierto, madame, ese epistolario metafìsico nos està trastornando. Es màs, no es por culparla pero desde que lo iniciamos es que veo payasos y rondallas.
REZORVER: agradezco el aplauso y prometo que en la noche saludarè de tu parte a la rondalla.
...ya me preguntaba yo dónde los había dejado, ahora veo: han sido ellos (payasos y rondallas) quienes me han dejado a mí. Ni modo. Así es esto.
(Con "esto" me refiero a "la vida", claro)
Flectere, las coincidencias metafísicas me son tan ajenas, porque nunca le atino a nada y contras ya sé no es el lugar indicado (pero a falta de…) le pido que regrese Circulo de Éranos, ya perdí años atrás el útero de mi madre, no quiero saber la perdida de éranos, vamos dígame que si, aunque sea una mentira.
Livi: yo le acompaño en el llanto, aunque oiga usted, un orgasmo tan largo como el de los cerdos no debe ser una virtud ignorada; una nunca sabe.
Tus trastornos del sueño me preocupan: que si se te sube el muerto, que si tienes represiones sexuales, que si estás en el limbo de la conciencia y la inconciencia...y ahora: ¡sonámbula!
SILVIA: si mucho extraña a los payasos y a la rondalla, puedo hacer un esfuerzo por convencerlos de que vuelvan a su lado. Aunque sin ellos nomás me quede el llanto.
ROSÁNGELA: este sí es el lugar indicado para pedirle a Silvia la reapetura del Círculo de Eranos. Coreemos las dos "que lo abra, que se lo ponga, que nos lo preste." Respecto de lo otro, está bien, ya que insiste seguiré haciéndolo como puerco, jajajaja.
CLAU: ¡comadre, hasta que se me hace verla por estos lares! Si estás muy preocupada podrías patrocinarme una tercera sesión psicoanalìtica a la semana. Se ve que dos no son suficientes.
Quédeselos, quédeselos, madame... no más recuerde alimentar a los payasos con semillas de girasol y regarlos de vez en cuando.
Por las rondallas no se preocupe, ellas se entretienen solas.
Best regards from NY! http://www.lexus-2003.info gps receivers laptops Ohio weight loss surgery free downlads for scrabble Hawaii timeshare presentations Phone answering services uk Tankinis swimwear
Bien!
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