NO SOY FLORETISTA ¡SOY FLORISTA!
Quienes se baten lo hacen siempre en una suerte de anonimato. Por ello es que solía olvidarme del nombre y del rostro de quien se escondía bajo la careta. Yo misma determinaba la identidad de mi contrincante, éste era quien yo deseaba que fuera y en aquel entonces, con arrebato empuñaba el arma, la extendía, obligaba a mi oponente a retroceder y luego, furiosa, me abalanzaba sobre su pecho con toda mi fuerza. Si la hoja del florete se doblaba en su cuerpo, era signo de que la punta lo hubiese penetrado de estar afilada. En tal caso, invicta, hasta podía imaginarlo ahí, tendido sobre el suelo, las facciones contraídas, los ojos yertos y un hilo carmín sobre su vientre.
Aquello me apasionaba, tanto como la literatura y los caledoscopios. Sin embargo, querido lector, estos días me invade un jubilo tal, que en vez de atacar doy piruetas, ora a la izquierda ora a la derecha; ando de puntitas, salto, bailo y me hago bollo cuando no hay necesidad de ello; me sorprendo en pleno combate acariciando a mi oponente con la punta del arma y para enfado del entrenador, me niego a propinar los santísimos floretazos de antaño “¿qué me ha hecho este pobre infante o esta bella damita para merecer un touché?” le pregunto. Y como ha de imaginarse, querido lector, es el día que no logro ganar un méndigo asalto.
Que peleen los soldados y los boxeadores, los enmascarados, los pelafustanes y las verduleras. Pues yo, sépalo de una vez por todas, hoy prefiero zarandearme al ritmo de una salsa y tirarme cual res a contemplar las flores.
Aquello me apasionaba, tanto como la literatura y los caledoscopios. Sin embargo, querido lector, estos días me invade un jubilo tal, que en vez de atacar doy piruetas, ora a la izquierda ora a la derecha; ando de puntitas, salto, bailo y me hago bollo cuando no hay necesidad de ello; me sorprendo en pleno combate acariciando a mi oponente con la punta del arma y para enfado del entrenador, me niego a propinar los santísimos floretazos de antaño “¿qué me ha hecho este pobre infante o esta bella damita para merecer un touché?” le pregunto. Y como ha de imaginarse, querido lector, es el día que no logro ganar un méndigo asalto.
Que peleen los soldados y los boxeadores, los enmascarados, los pelafustanes y las verduleras. Pues yo, sépalo de una vez por todas, hoy prefiero zarandearme al ritmo de una salsa y tirarme cual res a contemplar las flores.
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on sábado, diciembre 03, 2005 at 5:35:00 p.m..
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11 Comments:
She flies like a butterfly and stings like a bee...
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CRISTINA: no, nada de eso, tengo los pies bien puestos en la tierra, je.
LUISRI: -¿Quién? ¿Yo?
- Si, tú
- yo no fui
-¿Entonces quién?
- Luis Ricardo
- Luis Ricardo comió pan en la tienda de San Juan...
Pregunta retórica: ¿Las vacas contemplan las flores? Si lo hacen, no creo que busquen una experiencia estética; cuando más, será el preludio de su actividad nutricional... Margaritas a los cerdos... ¿Pensamientos a la vacas? Por aquéllo de rumiarlos...
PD Ahí estoy de menso (en este sitio no se rebaten los "mea culpa") comentando ayer prolijamente en un post del... 15 de Septiembre. No sé cómo llegué ahí. Esa dubitativa frase puede aplicarse a mi vida entera...
PPD Danzón dedicado al Estado de... Animo:
FELICIDAD
Stephen Dunn
Una condición a la que no debes atreverte a entrar
con ilusiones de permanecer,
arenas movedizas en los pantanos, y todos
los caminos que llevan a un castillo
que no existe.
Pero ahí está, como lo anunciaron las promesas,
con su puente perfecto
sobre los cocodrilos,
y sus puertas abiertas para siempre.
uy quién es ese anónimo quiéeeeeeeeeeeeeen
me mata la curiosidad.
Ay sí, todo esto nomás pa justificar que ya te da hueva ir a esgrima.
Jajajaja, noscierto, si ya eres un dulce. Gracias, Thomas, te debemos más de lo que crees todos los que vivimos alrededor de esta señorita, jajaj.
Ojalá no me enamore de un esgrimista o me meta a dar clases de esgrima, porque qué miedo competir con una Livi desenamorada...jua!
Maldita Livi enamorada, nunca te habia visto tan enamorada en todo el tiempo de conocerte que es mucho (al menos para estándares de ciertas especies de insectos que nacencrecensereproducenmueren en dos semanas). Pero yo digo que no depures de agresión al amor, no lo purgues de violencia. El amor es un poquito de todo eso mezclado, agitado y revuelto en un delicioso cocktail. Mejor aun, para ponerlo más claro imposible, el amor es un pelafustán verdulero enmascarado tirado cual res contemplando las flores.
http://www.blogger.com/comment.g?blogID=12443913&postID=113263073615113124
ahistá, me querían matar
ANÓNIMO: a leguas se ve lo poco que usted sabe acerca del espíritu vacuno. Recién ayer estuve departiendo con una vaca pinta en torno a la crítica del juicio. Bah, qué arrastrada me dio.
ALEJANDRO: no pasa de unos moretones, mis brazos (que cada día se parecen más a los de Sorayita) están mutilados, lo mismo que mi pierna izquierda, pero no es para tanto.
TIRSO: tienes más razón que Sócrates. Pero date cuenta que estoy en la etapa A.
SOFÍA: oh, ahora mismo iré a enseñarles con quién se meten. Ya verás, les daré su merecido.
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