Como siempre he sido crédula, tardé mucho tiempo en descubrir la verdad. Una tarde me asomé bajo la cama de mis papases y ahí estaba, escondida bajo cobijas, rosa con su canastilla y sus manubrios blancos. Justo la que había pedido. Hice que la virgen me hablaba, pues no quería correr el riesgo de pasar mis futuros eneros sin regalos al pie del árbol. En tal sentido también fui ingenua, pues falso es que cuando uno deja de creer en ellos deja también de recibir regalos de su parte. Así como me ven, tremenda y descarriada labregona, lo cierto es que los reyes magos me siguen trayendo cosas en mi casa, en la de mis abuelos y hasta en la de algunos tíos. Lo mejor de todo es que nadie se enfurruña si arrebato y me apropio de las pelotas, peluches, raquetas y caramelos de mis primos escolares. Nocierto. Bueno, poquito y de vez en cuando.
No mentiré. Decepciones las hubo. Nunca me trajeron a Tongo el muñeco, ese que enfermaba y el cuerpo se le ponía pinto de puntos rojos. Por su parte,
el horno mágico requería algún juego simultáneo, pues podía pasar más de una hora tic tac tic tac y cruda seguía la masa en su molde miniatura. Pero nada tan triste como lo ocurrido a mi
baby upa, tanto tiempo de mirarla en el centro comercial, tremendas las ansias por tenerla en casa, gateando y levantándose solita con su ruido de robot y todo para que se le desprendiera la cabeza al tercer día. Juro que no se la arranqué; sólo la empujé un poco hacia atrás.
Entre los días felices recuerdo los seises de enero. Levantarse, romper envolturas, encontrar lo pedido más el bonus sorpresivo, tocar el timbre de los vecinos para saber qué habían recibido y salir todos a estrenar avalancha, bicicleta, máquina de raspados o esos patines con ruedas en línea que eran la novedad, la onda, con los cuales cada una de nosotras sentía que era la
Nancy Kerrigan del asfalto.
Un abrazo general. Felices fiestas.
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on viernes, diciembre 22, 2006 at 7:59:00 p.m..
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11 Comments:
el cuero cabezudo said...
¡Ah, Los Reyes Magos! Les hizo un bien a sus padres callando su hallazgo de la bicicleta anhelada. Mi hermana cómplice y yo descubrimos en una ocasión el escondite de estos generosos caballeros, y para darnos una lección, el tesoro fue donado completo a la caridad; sin embargo, algo nos tocó aún aquél año, aunque obviamente reducido en volumen y costo.
En otra oportunidad, mis didácticos padres decidieron usar la oportunidad para corregir un par de defectos infantiles. Mi hermana se rehúsaba a sonarse la nariz la con frecuencia suficiente y yo olvidaba atar las agujetas de mi calzado. Pues bien, el Seis de Enero nos levantamos para descubrir en nuestros respectivos zapatos... un paquetito de pañuelos desechables, y unas flamantes agujetas. Mi hermana, siempre estoica, sonreía; yo, sentimental, corrí a llorar a mi cama. Pero la historia tiene un final más o menos feliz. En el fondo de un zapato, como si fuese la caja de Pandora, había un mensaje de que nuestro hermano muerto había intercedido por nosotros, y Los Reyes habían dejado regalos, pero ocultos. Y ciertamente, los obsequios estaban ahí, tras muebles o en armarios.
¿A dónde fueron a parar esas festividades?
Un abrazo caluroso en conmemoración de aquellos tiempos y en celebración de las ilusiones.
Por aquí, los regalos los "trae" el niño dios los 25 de diciembre por la mañana. Yo no recuerdo cuándo dejé de creer... o haber creído tampoco... lo que iba a contarles es que aquí el día de reyes no se celebra, ni sabemos qué es eso. Felices fiestas a tod@as. Un abrazo compañera.
A mi casa nunca llegarón los reyes magos...creo que ellos si tenian de esos raspados magicos, que Santa jamas me quiso traer
Este post se adelantó a su tiempo.
Mucho tiempo sin pasar a saludarla acá a su changarro. No le comento más, porque me voy a poner al corriente con los retehartos posts que me perdí. Quizás para cuando llegue a éste, ya será 6 de enero ahora sí.
Saludos navideños y fiesteros, señorita Trompetista.
Felices fiestas, navidades, Jánukas y lo que se ofrezca:
De origen norteño, el seis de enero en mi casa siempre fue un día raro de chilangos, como la bárbara costumbre de comer pescado en vez de pavo y la otra de enlimonarlo todo.
Pero en navidad, salvo la triste memoria de unos calcetines nuevos, en vez de la barbie novia, siempre hubo patines (la anciana de yo recibía de los no en línea) libros de Cosmos de Sagan y el más maravilloso de todos: la bolo-bola de no muy popular recuerdo...
Bonitos recuerdos trae a nuestra memoria querida trompetista... que los reyes le traigan todos los libros que se le antojen... yo en mi cartita ya metí la Metafísica Trilingüe... a ver si ya se compadecen de mí.
la esponja pedinche y navideña esponja
Pocos momentos son tan coyunturales dentro de la vida de uno; nuestra tierna infancia puede dividirese entre el antes y el después de los Reyes (aunque he sabido de casos dramáticos donde este antes y después llega hasta la adolescencia).
Me quedo con una reflexión de Anais Nin respecto a que de niños, nuestro gran lujo es la imaginación.
Abrazotes y también feliz Navidad.
Pd. Usted fue una de las elegidas que tuvo Hornito Mágico?? Aun no supero esa fijación infantil por el Hornito...
Felices fiestas para ti, muy felices.
Y que los Reyes te dejen todo lo que esperas
:)
besos!
CUERO: ah qué reyes tan crueles los de su casa, qué lección, se pasaron se pasaron. Saludos.
SIRENA: ¿A poco es una tradición local? Yo sabía que tal es el caso de las fiestas de XV años, pero no de los reyes. Si se anima a venir uno destos eneros, quizás le traigan algo en mi jaus. Mil saludos navideantes.
ROSE: la máquina de raspados era la pura onda, es más creo que pediré otra. A mí nunca me trajeron la mansión de Barbie, seguro que esa sí la tenía SanClós.
ANÓNIMA: así que nostaba muerta, andaba de parranda. Bienvenida, pase a su humilde casa.
ESPONJITA: ¿a poco en sus tiempos ya se habían inventado los patines? Jijijiji, nocierto nocierto. Yo creo que los reyes sí le traerán la metafísica porque se ve que usted es bien portada.
BANDALA: respecto del hornito le juro que no se perdió mucho, era pura publicidá, lo mismo que el caballo de Barbie. Feliz Navidat, Yazmín.
ALMENA: gracias, yo también espero que me traigan el negrote que pedí. Abrazos de vuelta, pásala bomba.
Qué terrible dececpión fue la de saber que los Reyes Magos eran nuestros padres!! Muchas felicidades y buen 2007.
Qué terrible dececpión fue la de saber que los Reyes Magos eran nuestros padres!! Muchas felicidades y buen 2007.
¿¿COMOOOOO???
¿QUE LOS REYES SON...???
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHYYYYY
(ups)
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