LA VERÍDICA Y CHARANGUERA HISTORIA DE CÓMO LOS FILÓSOFOS DESCUBRIERON SU VOCACIÓN
Excepciones las hay, pero hablemos de los rasgos típicos del gremio. La verdad es que en general los filósofos y aficionados se las dan, como quien dice, de muy acá. A sí mismos se piensan en relación con lo sublime, lo exquisito. Yo a sus mercedes les digo: no se dejen engañar, ésa es fanfarronería pura. No crean que la vocación filosófica nace de una peculiar sensibilidad o de un intelecto elevado, no señores. Todo comenzó con los presocráticos, que en su infancia y mocedad mostraron una anomalía fatídica: dos pies izquierdos en un mismo cuerpo; este defecto los obligó a permanecer sentados en las fiestas familiares, que fueron muchas, dicho sea de paso.
La historia se repitió con los medievales, los renacentistas, los modernos y los posmopensadores A ver, a ver, yo los exhorto a que muestren lo contrario, mediante un retrato de Descartes, de Kant, de Heidegger, o de cualquier otro maestro cadereando en cadencioso ritmo. La pregunta es qué hacían estos pobres hombres en medio de su arritmia filosófica, he ahí el busilis del asunto: apoltronados pasaron del aburrimiento a entretenerse con preguntas estrafalarias. Mientras los celebrantes se pisaban los juanetes y reían y gozaban y azúcar, los filósofos odiaron sus pieses maltrechos y torpes y pensaron que la vida sería más llevadera sin cuerpo ni pasiones, o simplemente se
preguntaron si el devenir esto, si la universalidad l’otro, si la validez de los juicios, la eficacia de los medios, el ser y la nada, lo bello y la náusea y todo aquello.
En fin que tal es el verdadero y vergonzoso origen de la vocación filosófica. Como consideración final de esta rigurosa disertación, cabe añadir que a ellos, los canónicos occidentales se les perdona el apoltrone por lo mismo, por ingleses, teutones o franchutes; no hay que pedir peras al olmo, como el dicho dice. Pero no hay razón que valga para que los filósofos y aficionados latinos pasen los jolgorios con las posaderas puestas en una superficie, eso no es arritmia filosófica, es desidia, pesadez, falta de voluntad y de consideración al prójimo, que las fiestas no se hicieron para conversar, a conversar a los cafeses, que las fiestas son por definición para zarandearse y huarachar.
La historia se repitió con los medievales, los renacentistas, los modernos y los posmopensadores A ver, a ver, yo los exhorto a que muestren lo contrario, mediante un retrato de Descartes, de Kant, de Heidegger, o de cualquier otro maestro cadereando en cadencioso ritmo. La pregunta es qué hacían estos pobres hombres en medio de su arritmia filosófica, he ahí el busilis del asunto: apoltronados pasaron del aburrimiento a entretenerse con preguntas estrafalarias. Mientras los celebrantes se pisaban los juanetes y reían y gozaban y azúcar, los filósofos odiaron sus pieses maltrechos y torpes y pensaron que la vida sería más llevadera sin cuerpo ni pasiones, o simplemente se
preguntaron si el devenir esto, si la universalidad l’otro, si la validez de los juicios, la eficacia de los medios, el ser y la nada, lo bello y la náusea y todo aquello. En fin que tal es el verdadero y vergonzoso origen de la vocación filosófica. Como consideración final de esta rigurosa disertación, cabe añadir que a ellos, los canónicos occidentales se les perdona el apoltrone por lo mismo, por ingleses, teutones o franchutes; no hay que pedir peras al olmo, como el dicho dice. Pero no hay razón que valga para que los filósofos y aficionados latinos pasen los jolgorios con las posaderas puestas en una superficie, eso no es arritmia filosófica, es desidia, pesadez, falta de voluntad y de consideración al prójimo, que las fiestas no se hicieron para conversar, a conversar a los cafeses, que las fiestas son por definición para zarandearse y huarachar.
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on domingo, diciembre 24, 2006 at 12:03:00 p.m..
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11 Comments:
Postdata: ojalá que sus mercedes huarachen lo que no huaracharé esta noche (por falta de concurrentes navideantes.) Un abrazo a la Diana, a la Yazmín, a Almena, al Tapetazo, a la Esponjita, a Sirena al Cuero y a todos los blogueros que pasen po aquí.
japi jolidais oh! Trompestista:
Yo nomás me preguntaba que pasa con los filósofos floretistas: porque usted ha de ser la persona indicada para explicar qué pasaba con Descares: era filósofo y espadachí... ¿acaso la espadachiniada no otorga ritmo intrínseco?
Bueno. Le mando muchos saludos y... ¡yo me hice del maldito hornito a los 16 años... y aún así no pude hacer un men)/#%$&% pastel!...
Santoclós debería pensárlela dos veces antes de llenar de frustraciones nuestras imaginaciones infantiles...
la esponja panificadora
Feliz navidad Livi :D Yo no huaracheo muy bien, pero pienso jugar mucho dominó y beber muchísimo clericot, para luego robarme la botella y tomar directamente el vino. Hell Fucking Yeah!
Abrazos :D
Pues vayamos a huarachar. Abrazos.
¡Levantadora de falsos! Claramente plasmado en la Introducción a la Historia de la Filosofía del excelérrimo y viejecillo Xirau está que el panorama de vuestra disciplina es una gran fila de Conga desde las Polkas de Platón a la Lambada de Ludwig Wittgenstein.
...waw!..hoy se me ha resuelto otra incógnita..(en general no tengo tantas)...
...jaja...durante las estas navidades de pronto a mi familia le dió por cantar villancicos con pandero y toda la cosa...
Con tal fondo, decidíme a danzar por la sala haciendo gala de mis mejores pasos de polka.. (uy sí,..polka!)...
A Mi judish/oaxaca familia no le hizo tanta gracia... :(
Felicidades !
Pues a mi familia no hay quien la entienda... Criada en un hogar tacubayo ortodoxo que no admite herejías (DE CUBA VIENE EL SON Y PÉREZ PRADO ES SU PROFETA) ya ni bailan ni dejan bailar.
Y si no cachan ni pichan, pues entonces no entiendo los ojos de furia del señor papá (el mío) al ver el dominó con el que pretendemos amenizar la tertulia. (El dominó es cubano, eso sí).
Aunque debo reconocer que lo de los villancicos familiares sí está bueno, así que compañero Ka!, dígale a su familia que no sea tan propia pues es sabido que una buena polka es a una fiesta con villancicos familiares, lo que una rica aceituna al martini.
SALUDOS Y FELICIDADES IGUALMENTE
pd. Espero que el tema del Hornito Mágico no haya reavivado añejos traumas.
ESPONJITA: dieciséis años es la edad ideal para hacerse de un hornito, pues entonces uno está preparada para las decepciones que el "juguete" trae consigo. En cuanto a esgrima, la verdad es que me parece un arte rítmico, pero créame, he bailado con esgrimistas y pfff nomás no.
ELSA: espero que haya cumplido su proyecto de juego y guarapeta con vino. Feliz año entrante para su mercé.
FGIUCICH: quién fuera usted.
TIRSO DE MI CUCHARÓN: jajajajaja, eres tú quien calumnia a esos sujetos, de lo contrario: exijo pruebas, quiero ver al Wittgenstein culeando al ritmo de lambada. Abrazo.
KAROLO: las ganas contenidas de bailar son nocivas, espero que en estos días se desquite bailando conga, salsa y polka en algún tugurio de mala muerte.
BANDALA: pero cómo, si nada hay más santo que el dominó y Pérez Prado, es más, me despido al mambero ritmo de "Gooooya, goooya, universidad, preparatoria, campeón, P-U-M-A-S ¡pumas, pumas, ra ra rá!"
Llegué tarde al abrazo, pero recibe uno de vuelta por año nuevo.
Yo intento descubrir cuál sería la raíz filosófica en mi familia... empiezo simplemente observando a mis primitos en las fiestas decembrinas. Con el tiempo descubriré si el humo de las bengalas y los petardos despiertan las profundas cuestiones existenciales, alguna tendencia piromaníaca o cáncer de pulmón. Piaget estaría orgulloso de mí.
Me recordó la teoría de una amiga que opinaba que los venerables ancianos se chaqueteaban con preguntas exóticas porque simple y sencillamente estaban muy garras, o seasea: bien gachos. Sí, sí. De plano que todos tenían tortita menos ellos. Y cansado de tanta consagrarse al hábito onanista se pusieron a dizque contemplar el mundo.
Digo, no es natural que alguien se pase la vida escribiendo hasta los ochenta años sin salir de vacaciones para broncearse el lomo en lo más parecido a Acapulco por allá en Koninsberg como fue el caso Sr Don Kant.
Ambas teorías elevadísimas deben ser puestas a discusión. He dicho.
Uy re tarde llegué al abrazo, pero aquí he estado leyendo y riendo compañera...¡Así se habla! Lo mismo pasa con los psicoanalistas... se creen los muy, muy porque no bailan, no se ríen, no pierden el control... buhhh qué aburridos.
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