YO ME VOY ME VOY A OTRO PLANETA
Lo que más me gusta de aquí son las ventanas. Miro desde mi recámara. Jardín que linda con un muro de piedra, tras el muro se alzan verdes follajes, entre los follajes se asoman techos de teja. Cierta ocasión mis amigos creyeron sufrir el efecto de exóticas drogas, pues tras una bacanal escucharon balidos. En efecto, bajo los techos de teja duermen borregos y también caballos. Más todavía me gustan las ventanas que están en la sala. Mira el bosque dije una vez a Sofía. Eso es una barranca, corrigió ella. Da igual, arbustos, arbolones y hierba, pura verdura es lo que allí hay.
Ilusas son las visitas. Asocian verdor y borregos con la paz de una vida campirana. Les digo que estoy hasta el queque de tanto ruido. La nariz arrugan, incrédulos, fruncen el ceño, preguntan ¿cuál ruido? Claro, cómo van a escucharlo si vienen en fin de semana, suben el volumen de la música, se ríen con estrépito. No están aquí cada mañana para presenciar la sinfonía claxónica del cruce. No interrumpen su llamada telefónica, porque un camión va cuesta arriba, gruñendo, a unos metros de la ventana. No pasan la noche del viernes como tecolote, escuchando el zumbar de los coches, de las motocicletas que carreras juegan. Qué saben las visitas de amor, si las casaron a fuerza.
De cualquier manera, no vine a lloriquear. Lo contrario. Feliz estoy porque pronto nos vamos a mudar. Misma unidad habitacional. Departamento más allá del mirador. Ya no veremos tanto verdor, sólo edificios de un lado y del otro ciudad en atalaya. Habrá, sin embargo, quietud. Si algún día celebro casorio, cada tarde al marido pediré que tome mi mano, calladito, mientras mira fijamente un punto. Bendito silencio, en una vivienda es sin duda lo que más aprecio.
Ilusas son las visitas. Asocian verdor y borregos con la paz de una vida campirana. Les digo que estoy hasta el queque de tanto ruido. La nariz arrugan, incrédulos, fruncen el ceño, preguntan ¿cuál ruido? Claro, cómo van a escucharlo si vienen en fin de semana, suben el volumen de la música, se ríen con estrépito. No están aquí cada mañana para presenciar la sinfonía claxónica del cruce. No interrumpen su llamada telefónica, porque un camión va cuesta arriba, gruñendo, a unos metros de la ventana. No pasan la noche del viernes como tecolote, escuchando el zumbar de los coches, de las motocicletas que carreras juegan. Qué saben las visitas de amor, si las casaron a fuerza.
De cualquier manera, no vine a lloriquear. Lo contrario. Feliz estoy porque pronto nos vamos a mudar. Misma unidad habitacional. Departamento más allá del mirador. Ya no veremos tanto verdor, sólo edificios de un lado y del otro ciudad en atalaya. Habrá, sin embargo, quietud. Si algún día celebro casorio, cada tarde al marido pediré que tome mi mano, calladito, mientras mira fijamente un punto. Bendito silencio, en una vivienda es sin duda lo que más aprecio.
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on viernes, mayo 04, 2007 at 9:53:00 p.m..
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15 Comments:
Felicidades por su mudanza, le deseo lo mejor en esta nueva etapa de su vida y que su nuevo hogar sea de verdad remanso de quietud y paz.
Y deploro no haber conocido esos bucólicos rumbos que abandonará.
Abrazos!
Suerte en el nuevo cantón... por cierto, ¿ya sabes cómo vas a decorar tu aposento?
Felicidades, ¡ya invita!
Yo le dije a Claudia: Compra esas cositas de espoja para pintar con dibujitos sobre la pared y en vez de hacerle una cenefa al cuarto de la Paty, haz un camino de huellas, una de esas figuritas de "paws" como la patita de Garfield y haz un caminito por las paredes y el techo, pero no derechito, más divertido se ve de colores y en desorden que pase por el techo, la puerta y las paredes.
ya de regreso!
en rudio en mi casa se produce dentro de la misma... si me mudo con todo y familia el ruido seguiría siendo el mismo. La verdad no consideraría mudar de familia.
Disfrute el silencio...
aunque yo prefiero tener un gato o un hamster que justifiquen los ruidos que producen las almas en pena de mi casa
la esponja túnicka....
Señorita trompetista:
Sólo en silencio, o en el no silencio voluntario, se saborea su tan delicada escritura.
El silencio es adictivo, sobre todo si en la hora azul casi negra de la tarde en que los ruidosos suelen encender la luz, se asoma el amor.
es un placer leerla.
O sea, a tu maridito hipotético le dedicas: "me gusta cuando callas porque estás como ausente" para no decirle ¡cállate un poquito `mbrè!
Felicidades por tu nueva casa compañera. A ver si no esxtrañarás el ruido.
yo vine a chulearte tu nuevo corte de pelo
El cambio de casa es lo de hoy!
Yo vivo en "Interior 5"...así que el ruido no es algo que me preocupe!....ojalá un día te des una welta por jarochas tierras y caigas en el changarro!...saludos!
Tu ventana me hizo recordar mis ventanas. Gracias.
Aunque te mudes, iremos de visita todas las tardes. Abrazos.
y también quieres que te dibujen un cordero?
Para desearles lo mejor a las mamás, reales y virtuales...
DIA DE LAS MADRES
Daisy Zamora
-A mis hijos-
No dudo que les hubiera gustado tener
una linda mamá de anuncio comercial:
con marido adorable y niños felices.
Siempre aparece risueña --y si algún día llora--
lo hace una vez apagados reflectores y cámaras
y con el rostro limpio de maquillaje.
Pero ya que nacieron de mí, debo decirles:
Desde que era pequeña como ustedes
ansiaba ser yo misma --y para una mujer eso es difícil
--(Hasta mi Angel Guardián renunció a cuidarme
cuando lo supo).
No puedo asegurarles que conozco bien el rumbo.
Muchas veces me equivoco,
y mi vida más bien ha sido como una dolorosa travesía
vadeando escollos, sorteando tempestades,
desoyendo fantasmales sirenas que me invitan al pasado,
sin brújula ni bitácora adecuadas
que me indiquen la ruta.
Pero yo avanzo, avanzo aferrada a la esperanza
de algún puerto lejano
al que ustedes, hijos míos --estoy segura--
arribarán una mañana
--después de consumado
mi naufragio--.
Un abrazo de mi parte a doña CarmenLupe (si la memoria no me falla).
el cuero cabezudo
BANDALA: ojalá que así sea. En cuanto a los bucólicos rumbos que aun habito (pues me mudaré hasta el lunes), créame que los conocerá, pues es necesario pasar por aquí pa' llegar a mi nueva morada. Ya organizaré algo.
SEVCHO: creo que voy a decorarlo con alguna foto que un amigo me regalará, y con todas mis artesanías costeñas, por supuesto. En cuanto al remojo, wey, pus hay que ponernos todos de acuerdo para elegir día. Cocinaré.
GABY: ¿también me lo estás sugiriendo?
LIDIA: yo tampoco consideraría mudar de familia. Porque en esta casa solo somos dos viejas, nos queremos y la pasamos muy bien. Saludos. A ver cuándo jugamos scrabble.
ESPONJITA: a mí tampoco me molestan los ruidos de animales, ash pero los de personas y máquinas fuchi fuchi. Abrazo. No la he topado en la fac ¿anda usté en alguna playa caribeña?
DIEGO BENLLIURE: hombre, pues gracias por el cumplido.
SIRENA: jajajajaja, exacto, los maridos hipotéticos calladitos se ven más bonitos. Créeme que no extrañaré el ruido. Un abrazo, compañera.
¡LAIA, estás de cabeza! Bájate de ahí que te puedes caer. Gracias por el chuleo. Te mando muchos saludos de vuelta.
KAROLO: no suena mal, últimamente he tenido tremendas ganas de ir a la playa.
JORGE POSADA: de nada, fue un placer.
FGIUCICH: eso espero. Les tendré lista una charola con bocadillos.
FRANCISCO: sí, anda anda, píntame un cordero.
CUERO: oh, muchas gracias. El nombre verídico de mi jefatura es María del Carmen. Aunque en efecto, de modo casi arbitrario le apodé Carmelupe.
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