LA TROMPETISTA DE FALOPIO: LOS NIÑOS DE ENERO



LOS NIÑOS DE ENERO

Recuerdo días de infancia y contento, pero de todos ellos ninguno era más importante que el seis de enero; porque cuando uno es niño espera esa fecha durante todo el año, o casi todo, porque aveces la olvida y se porta mal; entonces un dedo índice, dedo adulto, apunta hacia arriba, no olvides que los reyes magos están viendo tu grosería.
La verdad es que cada año, al comenzar diciembre, me entraba el temor de que los reyes magos no me dejaran regalos, porque había hecho cosas como mentir, rezongar, comer dulces hasta la caries y el empacho, molestar a otros niños, torcer la boca cuando me ordenaban algo; de todos modos escribía mi carta con pedido, disculpas y promesas de buen comportamiento. Sin embargo, el seis de enero comienza antes de escribir queridos santos reyes, sé que este año no me porté muy bien, comienza cuando uno camina en los pasillos de la juguetería y mira los estantes que contienen patines, pastas de colores, superhéroes con espeluznantes enemigos, juegos de mesa, tractores, muñecas apiladas, casas menuditas con habitantes menuditos. Hay que mirar aquello cara a juguete, porque los juguetes nunca son tan buenos como los anuncian en la tele.
Al fin llega la noche del cinco de enero, que es un gran conflicto para quien es niño, porque la avidez del mañana lo tiene cual tecolote, pero sabe que dormir es de necesidad absoluta; a saber cómo, el niño concilia el sueño. Amanece el seis de enero, no hay en su corazón más que euforia, rompe la envoltura de los regalos, que no son regalos cualesquiera pues vienen de un lugar remoto, y sí, esto es lo que pidió, y esto también y aquí hay algo más, busca a los vecinos, primos, amigos, para saber qué les trajeron; se une a los niños y las niñas de enero, que salen a la calle con muñecas en los brazos, con objetos que huelen a plástico nuevo, que hacen música, gruñen o irradian luz azul y roja, los niños de enero que corren y que ríen cuesta abajo sobre ruedas, hasta que anochece.


Apéndice
Podríamos decir qué artimaña de porquería, nos educaron en la dinámica del buen comportamiento para conseguir el premio, reyes magos, alcahuetes de la moral heterónoma. Será el sereno pero yo no lo digo, porque en el fondo no creo que sea reprochable algo que genera tanta felicidad. Dicho sea de paso que antes los juguetes eran buenos, no como las muñecas de hoy, con mechones, brillos, tops, lápiz labial de muñeca, y barniz de uñas en los pies ¿y cuál es el siguiente paso? ¿Mandarlas a trabajar a Tlalpan? Ah, qué tiempos aquellos de máquinas de raspados, trompos Duncan, Tetrix, Pacman, Ice climber, pistolas de agua, juguetes mialegría y cochecitos micromachine.
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22 Comments:

At 2:30 p.m., Blogger Unknown said...

Las casas de muñecas, los supercitos, El Pin y Pon, los Polly Pocket y tantos otros.Que felices que "juimos".

 
At 6:30 p.m., Blogger Santey Herco said...

Comadre me gusto la siguiente frase: "casas menuditas con habitantes menuditos" y vaya en general su carta. gracias por la lectura.

 
At 6:31 p.m., Blogger B. Rimbaud said...

Los playmobil!!!! A mi ya no me traen nada =( tan mal me portó=?

 
At 11:31 p.m., Blogger Sirena said...

¡hoy pude ver a los niños de enero por estas calles estrenando sus bicicletas! A la más pequeña del grupo la dejaban atrás, con su carita de susto...

 
At 12:45 a.m., Blogger Pluma de Fénix Negro said...

Pequeña, no se te olvide, lamentablemente entre menos haya cultivo de pensamiento, es decir, entre más mediocridad es más fácil de gobernar a un pueblo, igual de peor, matenlo consumista con engañosos estilos de vida para que no se den cuenta de la realidad política que se vive en un país; es terrible, lo sé... Pero... la pregunta queda:
¿Qué haremos al respecto con los que vienen creciendo?

 
At 9:37 a.m., Blogger ka! said...

´jé...los niños del condominio donde vivo andaban ayer con patines del diablo y pelotas de plástico brillantes y pachecosas..

Eso es bello.!

Abrazo.

 
At 12:01 p.m., Anonymous Anónimo said...

Pues qué extraño me suena...

Sé que por allá los defeños acostumbran eso de los reyes magos.

Por acá, los tapatíos hacen lo mismo de los juguetes pero el 25 de Diciembre. El seis de Enero nomás desayunan rosca, sin albur.

Aunque, por supuesto, hay niños muy astutos que piden regalo tanto el 25 como el seis.

Sobre lo de que genera felicidad, pues sí... y también promueve supercherías, aunque, claro, la fantasía es algo que no es aconsejable perder del todo.

Saludos.

A.G.

 
At 2:15 p.m., Blogger Señor Chiquito said...

Sera el sereno, la cosa es que los niños se siguen divirtiendo (y pervertiendo), ahora que si el tema son los juguetes de antaño aquí estamos los coleccionistas, en mi caso los transformers. Fijese que he conseguido varios, a precios casi obscenos, pero eso es otra cosa.
Nomás pasé a saludar doña Livi.

 
At 1:23 a.m., Blogger diamandina said...

Qué impresionantemente bonita tu nueva imagen de profile. La celebro.

 
At 1:04 a.m., Blogger Idalia said...

Lo más bonito que me trajeron fue el tren de playmobil, oh fui taaan feliz!!!

 
At 4:54 a.m., Blogger fgiucich said...

Aquellos tiempos en que escribir la carta a los señores Reyes se tornaba una árdua tarea y, aunque, los juguetes que aparecían el 6 de enero, no siempres eran los que habíamos pedido, la ilusión se hacía total y la alegría, inmensa. Abrazos.

 
At 1:31 p.m., Blogger Señor Chiquito said...

¿qué?, a mi jamás me trajeron lo que pedí (lo cual incrementaba más la curiosidad y la sorpresa era deliciosa al final), por eso hoy estoy traumado y me volví coleccionista...
jajajaja, meros pretextos...

 
At 2:25 p.m., Blogger ALXDELFVTVRO said...

jajaja...
hablas como viejita: los juguetes de ahora son tan increíbles como los de antes.

mi día de reyes más feliz fue cuando me trajeron el barco pirata de playmovil.

 
At 7:49 p.m., Blogger Black Bird said...

ohhh yo recuerdo que a mi nunca me trajo el gordo de medias rojas y por eso defendía a los reyes a capa y espada, esos eran buenos años!
por cierto, muchas gracias por ese linkeo señorita liviana!

 
At 10:39 a.m., Anonymous Anónimo said...

Living Loving Livi

¿Por qué no confesarlo? Dormí con tu nombre en la lengua. Me hacía cosquillas en el paladar y me impedía concentrar mis esfuerzos en conciliar un sueño lindo. Así comenzaba el sueño que prometiste. Me miento; tú, en realidad, nunca me has prometido algo. ¿Y qué tal si me prometieras un algo?

Tiene, tu nombre, algunas conexiones livianas, lívidas; algunas, atrevidamente lividinosas, otras más que son livitúrgicas; por ti, otras, livinas y liviáticas, livertinas como soñar; livadoras, livrunas...

Casi quiero despertar, pero me pesa la conciencia, los deseos me traicionan: ¡Anda!, desprométeme una fogata sin papel de combustible; una que se mantenga secreta. Yo sabré llegar, es mi sueño. Tú despromete.

 
At 11:25 a.m., Blogger Livi Jazmín said...

EDNA: y qué triste el día que vendimos tu casa de Barbie; te faltó poco para correr tras el comprador y decirle "se la compro en el doble, devuélvamela."
COMPADRE SANTEY: nada de agradecer, su mercé sabe que es un placer.
RIMBAUD: le aseguro que si se porta bien, los santos reyes le traerán por lo menos una chamacona.
SIRENA: y si vuelve al país en noviembre, veremos juntas las ofrendas de día de muertos. Abrazos.
PLUMA DE FÉNIX: ¿leíste mi post? Parece que no, porque justo lo que digo es que a pesar del consumismo y la moral heterónoma, me encanta la ficción de los reyes magos.
KAROLO: a mí me gusta mucho esa clase de escenas. Y nunca tuve un patín del diablo.
PRESUNTO A.G: mire nomás, yo creí que en todos los estados eran rete importantes los reyes magos. Y sí, hay que conservar siempre, aunque sea unas gotitas de fantasía.

 
At 11:33 a.m., Blogger Livi Jazmín said...

SEÑOR CHIQUITO: había olvidado tu habiración: tienes dinosaurios y una vaca grande. Yo una vez pedí un cabagge patch y me trajeron otro muñeco; nunca lo quise, hasta disfrutaba inyectarlo. A ver cuándo te dejas ver, malora.
MARIE DE LAOS: yo tuve una escuelita o algo así de playmobil. Y también tenía a Pin y Pon ¿aún se venden?
FGIUCICH: sí, sobre todo la ilusión, con qué ganas locas se esperan esos regalos. Salut.
LALEX: jajajaja, mis primos preescolares y mis primos adolescentes tienen unos juguetes bien chidos, ash, pero esas muñecas que digo son horribles.
BLACKBIRD: yo hacía lo mismo y creo que hicimos bien Mau, porque a ese gordo le diseñó el traje cocacola, es lo más gringo entre lo gringo (a pesar de su origen.)

 
At 11:38 a.m., Blogger Livi Jazmín said...

MALVAVISCO PRE-TOSTADO:
Me dejaste deaseis. Se me han subido los colores a la cara, la carreta y el corazón. Tú y yo prometimos desprometer, para no tener deudas con el futuro. Hacemos bien, por eso te desprometo, malvavisco saltarín, sacarte del empaque y dorarte en una fogata, porque a mí me gusta el malvavisco tostado. Y desprometo un café. Y largas pláticas sobre azucareras y juegos de carto magia y letras. Obrigadinha.

 
At 11:40 a.m., Blogger Livi Jazmín said...

Despromete tú -ah pérfido malvavisco saltarín- una fogata en febrero.

 
At 8:01 a.m., Blogger Luis Ricardo said...

Alcahuetísimos de la moral heterónoma. Muy bien dicho.

 
At 9:21 a.m., Anonymous Anónimo said...

¿Chamacona para Rimbaud? Creo que si eso le traen los reyes alguna vez, se acaba por cortar las venas.

 
At 5:01 p.m., Anonymous Anónimo said...

Hola trompetista ¡!
Pues solo quería agradecer todas las sonrisas que has regalado a mi boca, yo ni soy blogger ni nada por el estilo, pero hace un buen tiempo que te encontré y me encanta tu trabajo. Cuídate y por el bien del internet, no pares.
Saludos.
Dean Moriarty

 

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