LA TROMPETISTA DE FALOPIO: FELICITACIÓN Y PRESENTE NAVIDEÑO



FELICITACIÓN Y PRESENTE NAVIDEÑO

Feliz Navidad a los que celebran esta fecha. Que se reúnan con sus papases, abuelitas, hermanos, primos, sobrinos, amigos, que haya mucha música y vacilón, que le entren con entusiasmo y sin culpa a los romeritos, el bacalao, los buñuelos y el pan con acitrón. Que cachen o eviten el tapón de la sidra, según deseen casorio o soltería.
Feliz no Navidad a los ateos, agnósticos y gente con otras creencias religiosas.
Feliz no Navidad a los que traen un Mr. Scrooge dentro. Según el manual no navideño, se sugiere que griten consignas antinavideñas con un altavoz desde su ventana; o que compren esferas, un bat y tenga, le den matacuaz a la caja completa, por lo menos para que hagan catarsis y no se aburran esta noche.
A todos ustedes, les dejo un abrazo general y un presente navideño, encontrado en 31 minutos.
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4 Comments:

At 1:08 p.m., Blogger el cuero cabezudo said...

Gracias mil. Yo soy ateo celebrante. No he leído mucho digno de compartir recientemente; además, sé que lo que sigue no supera al video de 31 minutos (me resulta difícil elegir la parte más divertida: el regalo de la soga o la biblioteca). Pero como sé que recientemente has vuelto de ir a ver por ti misma como era el lado opuesto de la colina, tal vez disfrutes mi versión de este poema de un famoso traductor escocés. Feliz navidad, otra vez.

LA CURIOSIDAD

Alastair Reid

pudo haber matado al gato; aunque es más probable
que el gato sólo fuese desafortunado, o estuviese interesado
en ver cómo era la muerte, ausente la causa
de seguir lamiendo zarpas, o engendrando
camada tras camada de mininos, como de él se esperaba.

No obstante, ser curioso
es bastante arriesgado. Desconfiar
de lo que siempre se dice, de lo que parece,
plantear preguntas raras, interferir con los sueños,
olfatear ratas, irse de casa, tener corazonadas,
no gana a los gatos el afecto de esos círculos caninos
en que las camas fragantes, las esposas apropiadas, los buenos almuerzos
es lo que se acostumbra, y en los que prevalece
el vaivén de colas y cabezas ayunas de curiosidad.

Enfrentémoslo. La curiosidad
no nos causará la muerte--
sólo su carencia lo hará.
Nunca desear ver
el lado opuesto de la colina,
o aquel país improbable
donde la vida es idílica
(aunque un infierno probable)
nos mataría a todos.
Sólo los curiosos
tienen, si sobreviven, una historia
apenas digna de contar.

Los perros dicen que los gatos aman demasiado, son irresponsables,
peligrosos, desposan demasiadas cónyuges,
abandonan a sus hijos, paralizan todas las mesas de convivio
con historias de sus nueve vidas.
Bueno, tienen suerte. Dejémoslos
con sus nueve existencias y sus contradicciones,
con suficiente curiosidad para cambiar, preparados para pagar
el precio felino, que consiste en fallecer
una y otra vez,
sin que disminuya el dolor de cada agonía.
Una minoría de un gato
es todo de lo que disponemos
para que diga la verdad; y lo que los gatos tienen que decir
a cada regreso del infierno
es esto: que morir es lo que hacen los que viven,
que morir es lo que hacen los que aman,
y que perros muertos son los que nunca se enteran
de que morir es lo que, para vivir, cada quien tiene que hacer.

 
At 7:38 p.m., Blogger Montserrat Algarabel said...

¡¡¡BUENÍSIMO!!! Muchas gracias por el regalo. Me encanta 31 minutos y la mera idea de dar de batazos a una caja de esferas hace muy feliz al Scrooge que llevo dentro.
Abrazos navideños, n.

 
At 12:23 a.m., Blogger Livi Jazmín said...

CUERO CABEZUDO: a mí me encantó la parte de los mimos y la de las impresoras. Gracias por el poema alusivo :)
NIMBEMON: qué bueno que le gustó, a mí también me encanta 31 minutos, especialmente Juan Carlos Bodoque.

 
At 9:48 a.m., Blogger Vania B. said...

31 minutos es (era?) lo máximo. A mi enanos cuando eran más chiquitos les encantaba y se sabían todas, pero todas las canciones.

Un saludo!!!!

 

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