LA TROMPETISTA DE FALOPIO: LA FAMILIA



LA FAMILIA

Como soy ollita de Chilacachapa, tepalcatuda y sentida, he sentido feo con algunas cosas de familia. Estuve de luto, por ejemplo, cuando llegaron montones de chilpayates a la casa de mis abuelos, de modo que tras quince años de ser la única mujer menor de edad (hija, nieta y sobrina) me tuve que bajar del trono, pues naturalmente los chilpayates acapararon toda la atención aserrín aserrán y a ver unos ojitos. También tuve un par de altercados familiares por cuestiones, digamos, políticas. Y me ha costado trabajo ver algunos cambios, como es el caso de las amarguras progresivas.
Es hasta ahora, después de tantos años, que puedo comprender que una familia es esto. Los grandes juegan con los chicos, luego uno crece y le toca jugar con los nuevos chicos, cantar once mañanitas infantiles al año, darles consejos para cuidar cangrejos y hamsters, enseñarles videos fregones en la computadora, e incluso de vez en cuando limpiarles las colitas cuando van al baño. Y en la familia no sólo se acompaña a los niños, sino también al que se casa, al que tiene pleitos conyugales, a la que se divorcia, al que está en la edad de la punzada y ni quien lo aguante, al que ha sido bueno haciendo lana, al que ha tenido que sobarse el lomo para hacerse de una casa, a la que tarda dos siglos en concluir una tesis (“ya mijita, te me estás echando”), al que se esponja, al malacopa, al buenacopa, a quien salió con su domingo siete, al que siempre llega tarde, al que desvieló el coche en los arrancones, a la que está harto triste, a la patrona, a la pobre niña descocada (aquí presente), al rojillo, al junior, al patriarca y a la abuela, que es quien ha acompañado a casi todos en el cambio de pañales, el mal de amores y el sarampión.
Así, aunque ninguno de nosotros es exactamente el mismo que era, seguimos acompañándonos del modo habitual, pues no perdemos la oportunidad de estar juntos en las fiestas, brindar con un tequila derecho, armar una carrilla que Dios guarde a quien se acerque, y por supuesto: sacarle brillo al piso al ritmo de la Sonora Dinamita.
La familia permanece.

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4 Comments:

At 9:05 a.m., Blogger Gabriela said...

OieS Cuero Cabezudo, ví la película "Morenita" y apoco no se parece al cuento ese de "Lupita, la montaña y todo lo demas"?

Bueno, sin la comedia.

 
At 12:15 p.m., Anonymous Anónimo said...

Que hermoso es lo que acabas de describir, efectivamente...esa es la familia. Yo justo ahora estoy en la etapa de limpiar colitas y jugar con los más chiquitos.

 
At 5:14 a.m., Blogger fgiucich said...

Y la familia es como un cubilete con muchos dados, siempre llena de sorpresas. Abrazos.

 
At 9:17 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

PIMIENTO ROSADO: gracias. Y disfrute mucho esa etapa :)
FGIUCICH:eso que ni qué. Salut.

 

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