LA TROMPETISTA DE FALOPIO: BREVE ANTOLOGÍA DE RELATOS FAMILIARES Y ÑACA ÑACA



BREVE ANTOLOGÍA DE RELATOS FAMILIARES Y ÑACA ÑACA

Desde hace muchos años, en casa de mis abuelos ocurren cosas escalofriantes. Voy a compartir con ustedes algunas de estas cosas, porque me encanta contarlas, especialmente cuando se acerca el día de muertos. Dedico estos relatos a Nélida y Melanie del Carmen, a quienes también les gusta contar y escuchar historias de espantos. Quedan invitados sus mercedes a narrar experiencias alusivas a nuestro tema.

Paso de la sala al comedor. “El de blanco.”
Casi todos mis familiares han compartido una visión: un hombre moreno, vestido con una túnica blanca, y que aparece casi vuelto de espaldas, de manera que sólo puede verse una parte mínima de su rostro. Mi abuela, por ejemplo, cuenta que una vez se dirigía al comedor, entonces vio “al de blanco” a unos tres metros, en el paso de la sala al comedor; ella dice que cerró los ojos y pidió no ver al aparecido cuando los abriera, y así fue. Mi abuelo en cambio asegura que esas cosas son payasadas; sin embargo, una noche, al salir al baño y cruzar la sala, creyó ver a mi tío Tito, a quien preguntó “¿Qué haces levantado a esta hora?” Pero ése no era mi tío. Y cuando mi abuela quiso saber con quién hablaba mi abuelo, él contestó “creí que había alguien, pero qué tonto, era yo reflejado en el espejo,” vaya respuesta increíble, pues resulta poco probable que un hombre que ha vivido cuarenta años en una casa, se equivoque de tal modo.
Recientemente, una de mis primas escolares, preguntó a mi abuela ¿quién es ese muchacho que está en la parte de abajo? Como mi abuela era consciente de que no había nadie más en la casa, contestó con otra pregunta ¿de qué color está vestido? Y la niña respondió: de blanco.

Paso de la sala al comedor. La veladora que no estaba.
La casa de mi abuelo se encuentra en desniveles. Supón que vas a visitarlos. En ese caso entras por una reja, bajas varios escalones y en tu costado derecho encuentras un jardín con una fuente, mientras que en el izquierdo está la parte habitada de la casa; como la puerta es de vidrio, puedes ver la sala, el comedor e incluso la otra puerta de vidrio, donde termina el comedor. Más abajo, hay un pequeño departamento, en el cual mis papás y yo vivimos durante mis primeros cuatro años, y que posteriormente fue habitado por un tío con su esposa e hija. Bueno, pues ya que has visualizado el sitio, puedo contarte que una noche, la esposa de este tío bajó las escaleras, y se sorprendió, pues a través de la puerta de vidrio, en el paso de la sala al comedor, vio una veladora. Sin embargo, como mi abuela pudo decirle al otro día: no hubo una veladora ahí.

La sombra que baja.
Como les decía, la puerta principal de la casa está hecha con vidrio, de manera que por lo menos la mitad de los comensales, puede ver el jardín a través de la puerta. Y algo que todos hemos visto (nótese que me incluyo) es una sombra que baja corriendo en la tarde. Sin embargo, por lo difuso de la imagen y la hora en que suele verse, pienso que se trata de un efecto óptico causado por los rayos del Sol, las hojas de los árboles y quizá otros factores.

La cara del bisabuelo.
Precisamente una noche de muertos, quedó empañada en la puerta una cara muy parecida a la de mi bisabuelo, es decir, el padre de mi abuela, que en paz descanse. Sin embargo, es posible que se haya tratado de una coincidencia o una broma de otro familiar.

El incidente con la caja de fusibles.
Además de la sombra que baja las escaleras, no he visto otra cosa en casa mis abuelos. Sin embargo, hace aproximadamente dos años, pasé la noche ahí, en una habitación cuya ventana da a un corredor angosto. De pronto se escuchó un golpe, como si alguien hubiese saltado de una barda al corredor (es una altura aproximada de tres metros) y luego “se apagó” la caja de fusibles, cosa que sólo puede ocurrir si alguien baja la palanca. Esa ocasión salieron mi abuelo y un tío, pero no encontraron alguien más en la casa. Una posible pero poco probable explicación es que algún vecino haya hecho esto, cosa que no parece tener sentido ¿con qué fin lo haría? O bien, quizá se haya tratado de algún asaltante arrepentido, que jamás volvió.


El estéreo.
Antes ocurría que giraba solo el regulador de volumen del estéreo. ¿La causa es un cambio de voltaje? No tengo los conocimientos electrónicos suficientes para contestar, pero hasta donde sé, los cambios de voltaje ocasionan que un aparato se apague, mas no que una de sus partes gire.

¿Quién buscaba a quién?

Tal como les contaba, mi abuelo niega y se burla de las cosas de espantos. Sin embargo, hace menos de un año le preguntó a mi abuela: por qué había vuelto a la casa Doña Jose (la señora que ayuda con el quehacer.) Mi abuela contestó que Doña Jose no había vuelto. Como mi abuelo vio claramente y en pleno día una señora en el patio inferior de la casa, decidió salir a buscarla. No encontró a alguien; entonces, quizá por primera vez, expresó su asombro y dijo a mi abuela: “caray, creo que vino a buscarme la flaca.”

Cuarto de abajo. El portarretratos.
Mi mamá dice que una ocasión, cuando vivíamos en esa parte de la casa, vio un portarretratos que se movió de un modo inverosímil: dio dos pequeños saltos hacia delante y luego cayó. Ella no cree en fantasmas, pero tampoco encontró una explicación convincente.

Cuarto de abajo. El niño "con ojos de chinito."

El cuarto está conectado con el resto de la casa por una escalera interna hecha de granito. Una noche, una prima preescolar se quedó ahí, y luego dijo a sus papás que un niño con ojos "de chinito" bajó las escaleras, se le quedó viendo y luego subió de regreso. Supongo que la mirada de el niño no fue amigable, pues mi prima se rehúsa a dormir de nuevo en ese lugar.

Cuarto de abajo. Una respiración.
Cuando dos de mis tías pasaban la noche allá, solían escuchar la respiración de un tercero no visible. Por esta razón, decidieron volver al piso de arriba. En cambio, hubo otra tía a la que no le molestaba tal respiración, sino que decía: “mientras no me haga algo...”

El enano.
A mi tía A le gustaba mucho asustarme, por ello, cuando dormíamos juntas (yo era adolescente) me miraba fijamente con cara de loca. Una noche comenzó a decirme “mira ese póster de Cats, los ojos del gato se están iluminando porque el ambiente se pone pesado,” de pronto saltó hacia la cama de mi tía G y comenzó a llorar; se veía desesperada. Prendimos la luz, pero continuó en ese estado ¿cuál era la causa? La visión de un enano. Otra noche, al salir de su cuarto para ir al baño, lo vio sentado en un sillón, lo cual la hizo regresar en mal estado a su cama. Lo más sorprendente es que ha tenido encuentros o alucinaciones táctiles con este ente, quizá el encuentro más traumático fue una vez que ella se dirigía al comedor y “él” salía de ahí, de modo que chocaron y mi abuela tuvo que tranquilizarla, pues créanme: se pone muy mal. También me enteré de que una vez ella se encontraba durmiendo en otra casa y cuando abrió los ojos lo vio ahí, de pie junto a ella.
Puesto que sólo mi tía A percibe al enano, podríamos pensar que se trata de una alucinación; sin embargo, en la casa a la que se mudó al casarse, la señora que limpiaba el lugar se llevó un susto, pues encontró pisadas “de niño” en el piso recién trapeado. Y, la última vez que mi tía vio a este ser, él estaba de espaldas, asomado al cuarto de su primera hija, que en ese tiempo era bebé.


Y por todo lo relatado, las pocas noches que duermo en casa de mis abuelos (mañana será una de ellas) tiemblo al ir al baño, y al salir del cuarto procuro no ver los espejos ni las ventanas, pues quizá algún día sea yo quien tenga una de estas extrañas visiones. Esperemos que no.

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14 Comments:

At 4:50 p.m., Blogger Gabriela said...

Si te quieres asustar no leas ésto:

http://en.wikipedia.org/wiki/Books_of_Blood

mejor lee el libro... no se puede resumir una historia de terror, o sí?

 
At 9:47 p.m., Blogger La Mireles said...

Aaah soy tan maricona que no pude acabar de leer ya se durmio mi mama y no hay quien me apague la luz

 
At 3:28 p.m., Blogger Pluma de Fénix Negro said...

hasta se me puso el cuero chinito chinito jajajaja, aquí pasan cosas padres también, a ver qué día las platicamos, no? A veces es mejor ser como tu abuelo: mostrarse escéptico para no sugestionarse, no crees?

 
At 5:07 a.m., Blogger fgiucich said...

Serán los rastros de antiguos habitantes? Atrapa!!! Abrazos.

 
At 5:09 a.m., Blogger fgiucich said...

Una pregunta al márgen: por qué soy del país de 31 minutos??? Abrazos.

 
At 5:22 p.m., Blogger Montserrat Algarabel said...

ayyy... ora si que me asustaste... sobre todo con lo del enano porque hace mucho yo también vi a uno varias veces, paradito, cerca de mi cama. Me cae que si hubiera chocado con el enano -que según la vecina de mi mamá era un niño de nombre Lepe- no estaría aquí escribiendo este comentario: me hubiera dado un ataque fulminante...
saludos de ñaca ñaca, n.

 
At 10:54 p.m., Blogger Melanie Salgado said...

Muchísimas gracias por la dedicación. En realidad para mí también ha sido un placer oir, en voz de la propia autora, estos relatos. No se por qué, pero hay algo en los cuentos de susto que entretiene, y uno siempre quiere más. ¿No has considerado la posibilidad de hacer un blog de relatos ñaca ñaca?

Mel

 
At 12:10 a.m., Blogger En verdad said...

Ay nanita!!! ya ni termine de leer las historias estoy sola y son las 12 o_O, mejor me voy dormir antes de que me sujestione y salga corriendo a la cama de mi mami. lalalala

 
At 9:32 p.m., Blogger Santiago Quetzalcóatl said...

Oye y tu prima preescolar es hija de tu tía A. Porque de ser así, el enano y el niño con ojos de chinito podrían ser el mismo ente.

 
At 10:44 p.m., Blogger Lienzo said...

Hija mía!!! Que buen post es este eh??? jajaja me dejaste la piel de chinita!! felicidades directo a escribir "Escalofrios" :-) besitos!!!

 
At 11:22 p.m., Blogger Carlos Delgadillo said...

Carolus quiere mucho a Livi Jazmín.

 
At 12:21 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

GABRIELA: gracias por la recomendación, lo leeré, hace tanto que no leo libros de espantos, que hasta siento nostalgia.
ALE MIRELES: jajajaja, yo soy tan maricona, que me asusto con las historias que cuento.
PLUMA DE FÉNIX: sí, estaría bueno platicar deso y espantarnos mutuamente. En cuanto a negar las cosas paranormales, sí, creo que es buena estrategia para no sugestionarse.
FGIUCICH: me encantaría saber quiénes son, si es que "son." En cuanto a lotro... ¿qué no eres de Chile? No me digas que he vivido engañada todos estos años.
NIMBEMON: nooooo, qué miedo, si yo viera un enano o un niño llamado Lepe, de pie junto a mi cama, jura que me daría un patatus.

 
At 12:32 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

MELANIE: de nada tú. Sería bueno hacer un blog de historias de espantos, que podría ser algo así como "la mano peluda" de la blogósfera. Como no tengo tiempo ahora, lo haré en las vacaciones y estarás cordialmente invitada a participar.
THE EVERLASTING: jajajajaja, sí, aguas, la sugestión es cabrona. Mejor lea las historias durante el día.
SANTI: jajajaja, me encanta, ya armaste una historia más compleja; podrías ser un buen investigador paranormal. Sin embargo, la prima que vio el niño con ojos "de chinito" no es hija de mi tía. Un abrazo.
QUERIDA AMIGA: entonces cumplí mi objetivo, ñaca ñaca.
CAROLUS: ídem, amigo :)

 
At 4:06 p.m., Anonymous Anónimo said...

Ya acostumbrándote, puedes quedarte hasta tarde, pero no salir de noche y menos al pasillo...

 

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