COMO UNA ROCKOLA
Cuando era tan chiquita que vivía en un hoyo de la pared, mis papás estaban al pendiente de todo lo que veía en la televisión o escuchaba en el radio, lo cual es una desafortunada consecuencia de ser hija única, pues en caso de tener hermanos, la supervisión estricta no se hubiera concentrado en mí. Como les iba escribiendo, yo tenía derecho a tres programas que no fueran telenovelas, ni caricaturas violentas, de hecho figúrense que un día, al prender la televisión encontré una escena donde Hi-man era arrojado al agua y quedaba flotando inconsciente sobre un tronco, cosa que me asustó tanto que apagué la televisión, y cómo no, si estaba acostumbrada a Heidi, a la escuela de animales donde la maestra era una conejita amarilla y otras ñoñerías del estilo.
En cuanto a la música, no es que tuviera prohibido escuchar lo que estaba de moda, es simplemente que mis papás escuchaban otro tipo de música, que a mí también me gustaba y que me gusta hasta ahora. De cualquier manera, agradezco mucho a mis tías, especialmente la mayor, el acceso a esas rolas malas que son tan buenas, como aquella del y yo qué sé, dónde va, dónde vive, y siempre igual, y yo que sé, que no soy detective, la paso fatal, mi chica de humo, mi chica de humo, así como las de Alejandra Guzmán, Flans y aquella de Chayanne que podemos resumir en una frase: “soy estúpido pero bailo bien” y que dice: yo no tengo filosofía, ni cuestiono las ideologías… pero traigo este ritmo, delicioso y caliente.
Aquí entre nos, cuando comencé a bajar música de la red, buscaba rolas, digamos, de calidad. Luego acepté que también me gustan muchas cosas malas, de modo que puedo escuchar con felicidad una escala que va de Kronos Quartet hasta Gloria Trevi, pasando por Tom Waits, Son de madera y The Ronettes. Qué viva el gusto universal.
En cuanto a la música, no es que tuviera prohibido escuchar lo que estaba de moda, es simplemente que mis papás escuchaban otro tipo de música, que a mí también me gustaba y que me gusta hasta ahora. De cualquier manera, agradezco mucho a mis tías, especialmente la mayor, el acceso a esas rolas malas que son tan buenas, como aquella del y yo qué sé, dónde va, dónde vive, y siempre igual, y yo que sé, que no soy detective, la paso fatal, mi chica de humo, mi chica de humo, así como las de Alejandra Guzmán, Flans y aquella de Chayanne que podemos resumir en una frase: “soy estúpido pero bailo bien” y que dice: yo no tengo filosofía, ni cuestiono las ideologías… pero traigo este ritmo, delicioso y caliente.
Aquí entre nos, cuando comencé a bajar música de la red, buscaba rolas, digamos, de calidad. Luego acepté que también me gustan muchas cosas malas, de modo que puedo escuchar con felicidad una escala que va de Kronos Quartet hasta Gloria Trevi, pasando por Tom Waits, Son de madera y The Ronettes. Qué viva el gusto universal.
Etiquetas: anecdotario, felicidad, gustos malsanos, traumas
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on viernes, mayo 15, 2009 at 10:34:00 a.m..
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8 Comments:
Llegué acá porque ayer, en una reunión de trabajo, alguien invocó el nombre del blog. Y vine. Y leí. Y me gusta y me declaro fan desde ya y acá estaré para dar algo de lata, no mucha, pero lata. ¿Y?
Yo tengo bien clavadas "La puerta de alcala", las de las ardillitas, muchas que no se como se llaman. Eran finales de los 80, cuando la pasaba escuchando todas esas rolas.
Y también cuando comencé a descargar rolas, ps hay unas populares que si me latieron como: "Cómo te voy a olvidar", "El sherif de chocolate", etc.
Aunque a estas alturas termine borrandolas jajaja. Pero sí, que viva el gusto universal. ^^
Sobre gustos no hay nada escrito, decía don Benito Pérez Galdós. Abrazos.
¡Sopa de caracol!
Jajajaja, seee somos una bizarra mezcla de música que es el soundtrack de nuestra vida
A mí me gustaba mucho "la escuela de animales" jojo. Para gustos hay colores (más jojo).
--Adán
Y lo tendrás...! Todos encontramos lo que buscamos... caminamos y creamos con nuestros actos cotidianos eso que algunos, llamamos destino.
No es sólo cuestión de voluntad, hay que ser creativos y hacerlo. Saludos trompetista, ya la extraño
¡Pero cuánto me has recordado a mi misma!
Yo no conocí música distinta a la que se escuchaba en mi casa (ya que no se ponía ni la radio) hasta que entré a la secundaria, tuve muchas compañeras fresas y compré mis propios discos.
En prepa fue mucho más fácil y me definí en cuanto a gustos: bastaban una pequeña charla un 'préstame un disco' y todos felices compartiendo la música del momento. Luego tuve un mayor y mejor acceso a internet (antes tenía que ir al ciber) y aprendí a bajar canciones, y luego discos, y luego a platanear con esto. Jejeje, cosas que pasan.
Hace unas semanas fui al cuarto de mi hermana y esta escuchando pop noventero (que es lo que le gusta a ella) y la verdad me dio nostalgia XD jeje. Hace unos días en la radio del coche en que me dan aventón a mi casa sonó una canción vieja de Fey... una canción que se puso de moda cuando yo estaba en primaria XD
EL GUX: bienvenido, siéntase con confianza de dar tanta lata como se le antoje.
KOBERNEIN: no bueeeeno es que Bronco es la puraonda... "ya llegó, ya llegó, ya llegó Sergio el bailador." Por cierto, recientemente descubrí que tienen una rola llamada "libros tontos."
FGIUCICH: eso que ni qué, compañero.
MUJER GUERRERA: tan chiquita su merced y con tanta razón. Ha vivido mucho. Ya le dije: es usted Pancho López versión femenina y rojilla.
ADÁN: no sé si te refieres a la canción o a la serie aquella de la maestra conejo. Salut.
WIKERNES: sí sí, los préstamos de música eran la onda; yo me acuerdo que una vez en la secu me prestaron un casette (¡un ca-sse-tte!) de los hombres G. Y antes, en la primaria tuve uno de la telenovela "agujetas de color de rosa," mismo que contenía varias rolas, desde Angélica María hasta Microchips. Y en cuanto a Fey, ehm, hum, luego te cuento.
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