POST PARA REUSO Y POR MI REHÚSO
Cada día tengo menos tiempo para escribir. Ora debo preparar clase, ora calificar, ora los maestros de la misma edad (como quien dice: la muchachada de la planta docente) organizamos un maratón para los alucnos (mismo que es una mezcla de El juego de la oca, con Corre G.C corre y A la cachi cachi porra), ora colaboro aquí, ora chambeo allá, ora dedico un rato a la tesis, ora me voy a la natación, ora es mi deber cívico y ético asistir a una fiesta, ora echo el amor.
De cualquier manera, como me rehúso a abandonar este espacio, ahí les va un post que publiqué hace dos millones de años en un blog colectivo. Gracias, Rosángela, por rescatar mis archivos de un blog eliminado.
Y dice...
ME HE DE COMER ESA TUNA AUNQUE ME ESPINE LA MANO
(20/07/05)
Créanlo o no, hay en el mundo alguien llamado Candelario. Por si fuese poco, este muchacho se apellida Angulo, es mi primo hermano y su ubicación geográfica es Aguadulce, Veracruz. A pesar de nuestro parentesco, diez años hacía que no sabíamos el uno del otro. Costeño, zotaco, sombrerudo y ducho en el arte del cabalgamiento, Candelario me pareció tentación, de tal suerte que al verle de nuevo dije para mis adentros: “me he de comer esa tuna, aunque me espine la mano.”
Tras varios días de luchar contra feroces mosquitos y tábanos, tras entregarme a la tarea de sacar sapos con ayuda de una escoba, tras convivir con las más verdes y viscosas criaturas, tras todo eso llegó por fin Candelario acompañado de su caballo. Ni tarda ni perezosa pues pa’ luego es tarde, me monté en el cuaco y dije a mi señor padre: “ahí nos vemos jefaturo, usted dispense”. Y a este señor se le botaron los ojos.
No me importó que Candelario llevase un dije de la guadalupana, tampoco que usara el short con mocasines y mucho menos presté atención a su vinistes y te enamorastes. Cabalgamos y cabalgamos rumbo al mero monte, sitio en el cual, tomamos nuestras manos, nos abrazamos fraternalmente, levantamos la trompita y vóitelas nos dimos unos besotes. Tres años ha de aquello y desde entonces no he vuelto a ver a Candelario Angulo. Créanlo o no, algunos meses atrás llamó para informarme que deseaba casarse conmigo, a lo cual respondí: aguaaaaaaanta Lupita, me gusta el matorral, pero no diario.
Etiquetas: anecdotario, c'est la vie, posts reciclados, viejos tiempos
11 Comments:
Pues, gracias por el rescate.
No te preocupes, a todos pasa lo de olvidar su propio Blog.
Este post me recuerda, lo que últimamente me ha pasado. Tener suerte, o que me gusten las chicas Lego. Lo gracioso y hermoso, es que son güeritas, guadalupanas, amantes de los horoscopos y los santitos. Bien Xochimilcas. Y creo que eso, es lo que me gusta de ellas. Su sencilles. Yo moreno, ateo y demás arquetipos filosofoides.
Tendría más que comentar pero ni modo.
Saludos
Pobre Candelario: de dejates el corazón ardiendo... jeje... ¿has sabido algo de él?
Yo sólo puedo imaginar que nació el 2 de febrero... cuídese mucho y besos
la calendárica esponjita (es que primero leí calendario, y, para que vea, ese sí es un nombre rete original)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
¿No seremos parientes? Mi abuela se apellida Angulo y vive en la calle de Candelaria. Capaz que también somos primos lejanos ....
Que miedo, parece que fue ayer sin embargo ya van cuatro años de ese post, nos estamos haciendo viejas, asquerosamente nos estamos haciendo viejas.
Me encantó el relato. Que andes bien y encuentes siempre el tiempo que te falta. Abrazos.
LOSDELAREVISTA:Suena bien. En cuanto tenga un rato escribiré algo, a ver si les late. Salut.
¡Esos si eran hombres! Que una vez que juramentan ante la virgencita cumplen con matrimoniarse con la muchacha que besuquean.
Pero que aburrido.
no habia entrado hace unos cuantos meses a tu blog, pero veo que sigues siendo igual de narcisa que siempre. claro que te iba a pedir matrimonio, trompetitas, si eres un claro de luna, lo mejor de lo mejor, guac.
KOBERNEIN:hace poco alguien me enseñó un dicho: en gustos se rompen géneros y en petates se rompen cu...
ESPONJITA: pues sí lo volví a ver. En ese entonces él estaba casado y yo con Pepe el Toro, a quien le fui fiel cual perro callejero.
ALFREDO: consejos anotados: el de la memoria y el de la (móndriga) tesis.
KANTIANO EMPEDERNIDO:ay muñeco, tal vez sí y por eso nos parecemos tantísimo.
ROSÁNGELA: tienes razón, creo que es momento de cerrar nuestros blogs; hay que dejar esas cosas a los jóvenes.
FGIUCICH: agradezco ese deseo. Un abrazo.
INDIGENTE ILETRADO: jajajajajajajaja. No como estos hombres urbanos, que nomás andan de flor en flor (pero qué divertido para ellos.)
ANÓNIMO: ciertas cosas no cambian: mi narcisismo y tu incapacidad de resistir al impulso de leerme ¡ y comentarme! Gracias por el tiempo que me dedicas.
vaya por este medio un gran aplauso por este fantástico post y un saludo para Camerino
Publicar un comentario