PRIMAVERA EN VICTORIA 25
Con el afán de nuestras almas cultivar, a "la noche de primavera" fuimos en clan. Si usted es chilango sabe de lo que hablo. Si es provinciano o vive en un país lejano, quizá imagina que esa noche mis paisanos desfilan, ataviados con telas y papeles que pétalos, hojas o alas simulan ser. En tal caso se equivoca, distinta cosa es la celebración primaveral. Cada año, un sábado cercano al 21 de marzo, en el centro histórico se montan variopintos escenarios. Aquí se baila danzón, allá se divierte a los niños, a los cantores famosos se escucha ahí, acullá se ejecuta un performance y así, las plazas y las calles resuenan y resplandecen hasta el amanecer.
Malaya nuestra suerte. Llegamos a Santo Domingo. Sobre el escenario cantaba un muchacho vestido de oso, a su lado chicas frondosas meneaban el chunde. No había reggae sino reggaetton. Empeoró la cosa al llegar la hora de los hip-hoperos, pues no hicieron más que gritar groserías a los espectadores. Para escuchar insultos mejor nos vamos a nuestra casa, dijimos y ofendidos partimos. Caímos luego en Plaza Juárez, donde se tocaba música de disqueras independientes. Un señor emitía sonidos de la naturaleza. Para escuchar pájaros mejor nos vamos a nuestro pueblo, dijimos. Dolientes los juanetes de tanto andar y tristes nosotros decidimos partir.
Difícil resultó caminar al mismo paso entre la multitud. Por fortuna, la maraca fue de gran utilidad. No es una maraca cualquiera la que Tirso me compró, sino una luminosa, fluorescente, muda los colores al gusto de uno, de manera que cuando era necesario parar, nuestro líder tomaba el artefacto, lo alzaba y todos comprendíamos la señal. Asimismo, cuando este muchacho percibía algún peligro, agitaba la maraca en la modalidad multicolor y nosotros cerrábamos filas. Por fortuna, sanos, juntos y salvos llegamos al edificio.
Qué puedo decir. Todo hubo en abundancia. Cerveza y cigarro, también ochentero círculo bailador, en medio del cual se contoneaba e imponía el paso quien tuviera la maraca fluorescente, y yo vuelo me di con mi pareja oficial para la charanga. En fin que hubo abrazos entre amenas charlas y risa para doblarse y besos también hubo. En fin que tal es la crónica de cómo, en Victoria 25, se festejó la primavera, con sus cálidos y fragantes días que están por venir.
Malaya nuestra suerte. Llegamos a Santo Domingo. Sobre el escenario cantaba un muchacho vestido de oso, a su lado chicas frondosas meneaban el chunde. No había reggae sino reggaetton. Empeoró la cosa al llegar la hora de los hip-hoperos, pues no hicieron más que gritar groserías a los espectadores. Para escuchar insultos mejor nos vamos a nuestra casa, dijimos y ofendidos partimos. Caímos luego en Plaza Juárez, donde se tocaba música de disqueras independientes. Un señor emitía sonidos de la naturaleza. Para escuchar pájaros mejor nos vamos a nuestro pueblo, dijimos. Dolientes los juanetes de tanto andar y tristes nosotros decidimos partir.
Difícil resultó caminar al mismo paso entre la multitud. Por fortuna, la maraca fue de gran utilidad. No es una maraca cualquiera la que Tirso me compró, sino una luminosa, fluorescente, muda los colores al gusto de uno, de manera que cuando era necesario parar, nuestro líder tomaba el artefacto, lo alzaba y todos comprendíamos la señal. Asimismo, cuando este muchacho percibía algún peligro, agitaba la maraca en la modalidad multicolor y nosotros cerrábamos filas. Por fortuna, sanos, juntos y salvos llegamos al edificio.Qué puedo decir. Todo hubo en abundancia. Cerveza y cigarro, también ochentero círculo bailador, en medio del cual se contoneaba e imponía el paso quien tuviera la maraca fluorescente, y yo vuelo me di con mi pareja oficial para la charanga. En fin que hubo abrazos entre amenas charlas y risa para doblarse y besos también hubo. En fin que tal es la crónica de cómo, en Victoria 25, se festejó la primavera, con sus cálidos y fragantes días que están por venir.
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on domingo, marzo 18, 2007 at 5:21:00 p.m..
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9 Comments:
Menos mal que no fue tu post: Otoño Héroes de Nacozari 54.
La pintura, curiosamente, no me provoca apetito. Me recuerda a mi tía.
Ah que caray, si nomás no nos encontramos fue por culpa de los hiphoperos, pues yo andaba por ahí. Échele la culpa a los alcoholes previos pero a mi hasta me agradaron, particularmente su versión de Bom-bo-ro-qui-ñá-qui-ñá... o algo así. Me hubiera agradado sumarme a la comparsa con todo y matraca de poder.
Muchos abrazos.
Yo voto por declarar honestamente que el 21 de Marzo este pais pachanguero festeja el brinquito que el sol da para entrar en la Primavera, y no el natalicio de Juárez...
Me gusta más la fiesta pagana que la revolucionaria institucional...
¿se me unene?
la esponja molona
mira nada mas. según yo la edición 2007 de la noche de primavera resultó ser la peor de los últimos 3 años.
saludos.
¡yo quería ir! Compañera... mejor te cuento ya que en octubre estaré en tus tierras... ya sé que falta mucho pero yo ya estoy haciendo agenda para verte, ver a Tirso (si es que los dioses le susurran al oído que aparezca) y a otros dos amigos del alma... además de mi hermano que se fue para allá a vivir... (es que si espero al mail nunca lo escribo).
Ahí disculpen lectores de este blog.
salsa!
Oye Trumpeter hablas del club de tobi como si fuera algo nuevo para ti, pero yo me acuerdo que cuando entramos a la carrera estabas en otro club de tobi ¿no?
ISIS: a mí me provoca apetito todo aquello que parezca lechuga. Slurp.
BANDALA: sí, tiene razón, quizá los alcoholes previos hubieran hecho un cambio, pero íbamos de un sobrio que pf. Le prometo que la siguiente fiesta, usté no sólo será invitada sino también honrada con la maraca del poder.
ESPONJITA: ¡he vivido engañada! Creí que era el brinquito a la primavera lo que celebrábamos. Ahora que sé la verdad, claro que me uno a su propuesta, madame Esponja.
BETO PERDIDO: ¿ya ves? No lees mis posts, estoy diciendo que el evento apestó, pero que fuimos a la casa de alguien y nos la pasamos pocamadre. Osh.
SIRENA: ¿en serio? Compañera, eso me emociona un chingo. Yo me encargo de que ese Tirso aparezca, ya verá, saldremos pasiiiar de día y de noche brindaremos en un buen bar. Abrazo.
ISAAC: ¡azúcar!
ANÓNIMO: ay estos paparazzis, jajaja nocierto. Pues mire, sí me juntaba con unos muchachos, pero nomás en la facultad, pues nunca salimos ni compartimos gran cosa.
mmmm =( ¡Yo me la perdí!
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