LA TROMPETISTA DE FALOPIO: ANALOGÍA



ANALOGÍA

Una señorita informó a personas mayores de cuarenta años, con hipertensión, o problemas en la columna, no se recomienda el acceso a este juego; mi abuelo contaba con todo aquello, sin embargo la señorita y sus contraindicaciones le hicieron los tacos. Cada que un tren descendía trepidante, yo deseaba salir de la fila; comprendan, tenía nueve años, a penas rebasaba al dragón indicador de la estatura mínima. Cuando el tren regresaba a su sitio, mi abuelo decía ¿viste? Es nomás un paseíto. He ahí la mejor analogía para expresar mi condición actual. Padezco cada que hablo frente a más de diez personas, me arden las orejas, olvido cosas, se acelera mi ritmo cardiaco. Sin embargo, esta vida en el clóset ya me tiene podrida, por eso inscribí la ponencia. Quise desertar cuando comencé a escribirla, cuando logré la mitad, al concluirla, incluso en el momento previo al envío; pero resistí, pues peor me pareció trabajar en vano.
Tras dos horas de espera llegó nuestro turno. Me senté. Lentamente subió el tren. Árboles, gente, juegos, miré todo como si fuera maqueta. Cuando se me iban a salir las de San Pedro, dije a mi acompañante: me quiero baj ¡y reata compadre gallego! Se soltó el carro cuesta abajo, me escurrí en el asiento, al verme el abuelo jaló el cuello de mi suéter, me sostuvo ora cuesta arriba, ora de cabeza, triple vuelta, ora traqueteo, ora lo mismo pero en reversa. Así ahora, prefiero el vértigo al clóset. Buena, pésima, regular, qué más da, la cosa es sentir la experiencia, y luego (como en aquella ocasión de infancia) levantarme toda palidez, taquicardia y contentura.
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12 Comments:

At 3:00 p.m., Blogger fgiucich said...

Es que la vida dentro del closet, es muy aburrida, amiga mía. Abrazos.

 
At 3:35 p.m., Anonymous Anónimo said...

Y te va ir bien en Mazatlán, me saludas a los colegas de la U. de G. si te encuentras con alguno.

Y sí, estoy loco y me contesto solo.

 
At 6:29 p.m., Blogger grabiel said...

yo no tengo la imaginación que tú tienes para molestame, trompetista querida. además, cómo podría? amo tu sensibilidad y el colorido de tu prosa.

besos y caricias,
·g·

 
At 11:53 p.m., Blogger Sv Alteza said...

estoy comenzando una linda campaña de relaciones públicas, ya que me harté de que nadie me comente nunca. livi la trompetista de falopio dice que es porque soy mala y los regaño, pero ya no será así, quiero decirles a todos que ya no soy malvada ni estoy mal cogida, así que prometo ser linda y maravillosa de hoy en adelante.

¬¬

 
At 12:39 a.m., Blogger Diana said...

Jojo. No imagino a mi abuela en el "Superman". Y yo no sé de que te preocupas, tienes un carisma impresionante en persona, seguro los dejarás (o dejaste,disculpa mi confusión cronológica) pidiendo por más.

 
At 9:28 a.m., Blogger maus said...

quiero que regrese cornelio.

 
At 10:15 a.m., Anonymous Anónimo said...

LOS MOTIVOS DEL LOCO

¿Librito? Púsome a pensar, vuestra merced. La frase (el delgado barniz de la civilización) generalmente se asocia con las atrocidades del Holocausto. Cuando escribí el comentario creía haberla leído en uno de los volúmenes de memorias de Albert Speer, el arquitecto personal de Hitler, único nazi que se declaró culpable en el Juicio de Nuremberg. Aunque no sea verdad, voy a usar a este escritor, cuya veracidad ha sufrido los embates recientes de la investigación, para comentar sobre este post...

LAS MOTIVACIONES (DE LOS CASI) LOCOS (ES DECIR, HUMANOS)

Speer señala que la frase crítica de Mi lucha de Hitler es cuando éste declara que, habiendo fracasado en sus intentos de hacerse arquitecto, se dedicaría a la política. Lo que nos define a los ojos de los demás, los no muy cercanos, es lo que somos. Lo que mejor puede explicarnos a nosotros mismos, y a nuestras amistades íntimas, es lo que no somos (y en consecuencia deseamos). Nuestras amarguras provienen, más de lo que es, de lo que no es.

Cuando iniciaba mis indagaciones sobre la posibilidad de un posgrado, escribí a varios científicos de Europa Oriental, ante lo que en aquél entonces percibía como casi imposibilidad de hallar financiamiento para venir al Imperio. Cuando mi mentor imperial se enteró, se dio a la tarea de contratarme, y me reconvino, al juzgar que los laboratorios a los que había escrito no poseían la calidad suficiente: “Jamás conocerás –me dijo—la magnitud de tus capacidades, hasta que no explores las fronteras de tus limitaciones”. En pocas palabras, aunque es mucho más fácil ser cabeza de ratón, por lo menos hay que hacer un esfuerzo por ser cola de león...

Así es que... Sí, sudor de sitios recónditos, temblores, mareos, erupciones, boca seca... Pero cuando lo hemos hecho, no necesitaremos que nadie nos cuente qué se siente. Éxito en Mazatlán.

 
At 11:11 a.m., Blogger Cerillo said...

¿Que hay que valga la pena que no produzca vértigo?

 
At 11:13 a.m., Blogger Cerillo said...

Y ahora no se me ponga a enumerarlos, que sé que los hay.

 
At 1:44 a.m., Blogger bandala said...

Te van a amar.
Analogía: Cuando fui a Veracruz y me vi en circunstancias similares a las suyas me centré en el problema más importante: ¿qué me pongo? Y la respuesta se me reveló inmediata. Vestiré la casaca de los Tiburones de Veracruz y todos me amarán y vitorearán inmediatamente, antes incluso de que pronuncie palabra alguna de la ponencia.
Así que sólo busca la playera de los Dorados y ya está.
ÁNIMO. ÁNIMO. ÁNIMO. ÁNIMO.

 
At 4:21 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

Muchas gracias a sus mercedes. Ahí luego les cuento qué pachucas por torreón.

 
At 4:22 p.m., Blogger Livi Jazmín said...

Y usted, Gabriel, no me ande acariciando, bah, primero me llama "Cristina Pacheco" y luego es todo sedita, bah.

 

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